Había una vez, una niña que vivía en egipto ella solía quedarse dormida en todos lados. Un día muy cansada por el pesado trabajo que hacia se durmió encima de la arena pero no una cualquiera sino una movediza...
Cuando despertó ya era muy tarde la misma la estaba llevando al fondo, intento salirse de allí sin embargo le fue imposible pensó que moriría pero para su sorpresa no. Solo la transporto a otro lugar.
Llego a una selva sintió curiosidad y comenzó a caminar por allí. Impresionada ante tanta belleza siguió hasta que tuvo un presentimiento algo la estaba siguiendo pero que.
Al voltear se pudo percatarse de la presencia de un tigre, se quedo inmóvil a causa del miedo que este le provocaba sin embargo el animal se iba acercando poco a poco a ella. Y ella decidió arrastrar las pies.
No sabia que hacer hasta que toco con la espalda un árbol, se subió arriba del mismo esperando que el tigre se fuera no fue así se sentó ahí. Cuando lo vio noto como levantaba una pata estaba llena de espinas se dio cuenta por su expresión que le dolía. Tomo valor bajo se poso en frente del animal este permaneció inmóvil permitiéndole a ella acercase, le tomo su pata y con mucho cuidado empezó a sacar las espinas seguido de eso acaricio al hermoso animal, el muy agradecido con la cabeza le toco las piernas.
Decidió que ya era de volver su papa se preocuparía mucho sino sabia nada de ella. En compañía del tigre se dispuso en ir hacia el sitio que la trajo aquí, se despidió dándole un beso en la mejilla al tigre. Se lanzo a la arena movediza, al llegar se alejo del misterioso portal y se fue para su casa.Reflexión: No hay que tenerle miedo a los cambios constantemente nosotros cambiamos y todo a nuestro alrededor pasa por transformaciones. Tenemos que tomar valor y afrontar cualquier situación que se nos presente en la vida siendo valientes, decisivos y seguros de nosotros mismos.
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Reto: Una Historia por Dia
RandomEs un libro lleno de historias cortas que iré escribiendo según pasen los días.