No te vayas

Capitulo 8: nos tienes a nosotros

Narra Tony

—Rogers — dije serio, no quería discutir con el en estos momentos — ¿Qué es lo que quieres?.

—Necesitamos hablar.

—Necesitas — corregí — porque créeme que haberle mentido a Natasha es algo de lo que nunca te voy a perdonar — estaba muy enojado — la pude haber perdido.

—Yo ya la perdí, lo siento — si sonaba sincero — ella es feliz contigo y no podré cambiar eso nunca.

—Ve al grano Rogers.

—¿Ella está contigo?.

—Si, y aquí se quedará a salvo.

—Solo quiero que ella sea feliz.

—Y así será y me encargaré hasta el último momento de mi vida en hacerla feliz.

—Perdón Tony.

—¿Perdón por qué? ¿Por poner a Natasha en mi contra?.

—Y por todo lo que he hecho para que no estén juntos.

—Solo para eso llamas — no estaba muy contento por su llamada pero ya tendría mejor el camino a Nat.

—Les deseo lo mejor — dijo y colgó.

Suspiro, se que fui grosero pero no me arrepiento, Nat es mi prioridad y no dejaría dejarla ir por nada, subo de nuevo al cuarto de Peter para ver a Nat y la veo sentada en la silla agarrando la mano de Peter y su cabeza en la cama, sabía que si la movía se iba a despertar y no se quería alejar de Peter por ningún motivo así que me puse a dormir en un pequeño sillón de la habitación pensando en la conversación con Steve, ¿si esta arrepentido de verdad?

Narrador Omnisciente

Natasha había despertado y vio a Peter dormido, Tony estaba en el sillón de la habitación durmiendo, se paro de la silla en la que estaba y tomo su móvil y tomo una foto, sabía que no era el mejor momento pero le encantaba verlos a los dos juntos, salió de la habitación, preparó el desayuno.

Sabía que hoy sería lo de la tía de Peter, Tony lo había arreglado todo para que fuera lo antes posible como Peter quería, así que fue a despertar a Peter y a Tony, entró y le empezó la duda de cómo lo debía de despertar así que optó por acercarse y moverlo un poco, Peter empezó a abrir los ojos.

—Buenos días hombre araña — sonrió.

—Buenos días señorita Romanoff — Peter le devolvió una pequeña sonrisa.

—¿Tienes hambre?.

—Si, muero de hambre —dijo Peter tramitando de sonar bien.

—Te prepare el desayuno — Natasha le sonrió.

—Antes me lo preparabas a mi — Peter y Natasha voltearon a ver al recién despertado Tony un poco despeinado — pero ya me dejaron de querer.

—¡Stark! — se acercó a él — como te dejaremos a querer, también te amo a ti y también te hice el desayuno.

—Así hubieras empezado — se paro del sillón y se estiró — buenos días cariño — le dio un beso — Parker, vamos a desayunar — le sonrió.