Capítulo 15: Esperanza

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— Feliz navidad — dijo Rhodey agarrando a Morgan quien tenía un lindo conjunto de copos de nieve. 

— No logró encontrarle nada parecido a ti, Natasha — dijo Danvers viendo a la bebe con ternura.

— Es solo mi hija — dijo Tony.

— Dejaré que en unos años se vea casi como yo — dijo Natasha llevando el pavo a la mesa.

— ¿Quien mas vendrá? — dijo Rhodey dejando a la bebe en su cuna.

— No hay señales de Thor, Bruce vendrá en un rato y Steve no confirmó nada — dijo Tony tensándose al último.

— Okoye vendrá — grito Natasha desde la cocina — con su esposo, Nebula y Rocked no confirmaron, pero la intension es lo que cuenta. 

— Ese mapache se puede comer a la bebe — dijo Danvers riendo — son una linda familia.

— Gracias — dijo Tony sincero — ustedes son una gran pareja, extravagante a mi parecer — dijo riendo y tomando a su pequeña en brazos.

— Si, bueno, tener una relación a distancia es un poco abrumador — dijo Carol riendo.

— Rhodey siempre las tuvo — dijo Tony despreocupado — había una chica, Yelena se llamaba , vivía en Noruega y parecía fantasma, casi nunca hablo con Rhodey, solo decía "estoy bien, adiós".

Natasha se tenso al escuchar aquel nombre, no había pensando en su amiga Yelena desde hace tiempo, sabía que ella había muerto pero estaba muy dolida con la pérdida de su hijo que no pudo sufrir más de lo que había sufrido.

— ¿Y de donde era tu novia? — preguntó Natasha lo más natural.

— Vivía en noruega, tenía una hermana que daba clases de biología, hablaba mucho de ella — río Rhodey — nuestro tema de conversación era su hermana, quise suponer que estaba muerta, siempre hablaba con nostalgia, tal vez contaba de su hermana como si estuviera viva para recordarla de la mejor manera — suspiró — nunca me enseñó ni una foto, Yelena era muy rara — dijo con desagrado.

— Vaya — dijo Natasha.

Se sentía mal por dentro, Yelena la necesito todo el tiempo, nunca creyó que la extrañara a tal magnitud.

— Pero debes de aceptar que viajar a Noruega es más fácil que viajar a donde vive Danvers — dijo Tony riendo — por cierto, ¿Dónde vives?.

— Te sorprendería — dijo la chica sentándose en el comedor.

— Solo falta que llegue Bruce — dijo Natasha con la voz entre cortada — en un momento regreso.

Tony la miró preocupado, conocía cada detalle de su esposa, conocía cada sensación, cada gesto que hacía, Tony estaba seguro que podría adivinar cómo se sentía Natasha, tal vez no conocía la razón por la cual se sentía así pero sabía como se sentía y era el argumento perfecto para ayudarla.

— ¿Y no piensan tener más hijos? — preguntó Carol despreocupada.

Tony la miró con terror, estaba apunto de ahogarse con su propia saliva, ya tenían dos hijos, Morgan y Peter, uno no estaba presente, pero no estaban preparados para aceptarlo y nunca lo estarían.

— Con dos es suficiente.

Rhodey bajo la cabeza, le dolía saber que su amigo seguía sufriendo por la muerte de aquel Niño escurridizo que se sacó de quicio a Tony algunas veces, pero nunca olvidaría todos los momentos que pasó con ese Niño y de la inmensa felicidad que sus dos amigos tenían al saber que Peter los había aceptado como sus padres.

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