La venganza de un dragón.

Capítulo V

– ¡Quién rayos te dió el permiso para desaparecer tanto tiempo y dejarte perder por un idiota de ese calibre!

Exclamó el maestro de Natsu tras sentirse enojado, el mismo enojo que dejó a Natsu sorprendido, su maestro de toda la vida estaba sollozando, todo por su culpa, Natsu comenzó a odiar su falta de habilidad, sí tan solo hubiera derrotado rápidamente a Zero, esto no hubiera ocurrido, no habrían llegado a esto. Sufriendo su creciente falta de poder Natsu mostró una mirada de arrepentimiento a su maestro.

– Lo siento.. Realmente lo siento..

Sabiendo que era mucha la presión y responsabilidad había vuelto a su gremio, aún sabiendo que no tenía excusa alguna.

– Mocoso, no debes disculparte conmigo, debes disculparte con tus compañeros, luego de que te fuiste pasaron muchas cosas, incluso algo que sí hubieras estado presente, posiblemente... No, deberás descubrirlo por ti mismo.

Hablaba de Lisanna, la misma que supuestamente murió mucho tiempo atrás, Natsu no entendía lo último, pero una corazonada le decía que algo bueno sucedió en su ausencia, deseaba contarle todo a su maestro pero no era el momento adecuado, debía prepararse para los Grandes Juegos Mágicos, para eso habló con Macao sobre su nombre falso o alias como nuevo Mago Santo.

– Quiero pedirte un favor, viejo.

Makarov no necesitaba escucharlo para entender su propósito, Natsu le estaba por pedir que ignore su visita e incluso que no mencione que sobrevivió, ya que eso causaría un completo descontrol emocional en los demás miembros del gremio, Makarov lo silenció con su mano, mientras continuaba observándolo atentamente, él había cambiado, su cabello era largo, y su vestimenta estaba tapada por una capa, parecía un mago errante como Gildarts.

– Lo sé, no necesitas decirlo, mantendré mi palabra.

Natsu sonrió amablemente a su maestro y se dió la vuelta dando unos pasos lentos que significaban la despedida del joven pelirosa, Natsu entendió que su familia prácticamente lo necesitaba mucho ahora mismo, con cada paso dirigido a las puertas del gremio, el mago se sintió llamado y su mirada dió un pequeño giro para visualizar a Makarov con su dedo índice dando un mensaje de suerte al pelirosa que copió la acción del anciano y continuó su camino con unas lágrimas de felicidad cayendo de sus ojos.

– Cuídate mucho, Natsu.

Dijo finalmente Makarov al ver que la silueta de Natsu había desaparecido, también notó las lágrimas del pelirosa, pero algo lo había molestado un poco, no era la actitud del pelirosa, tampoco que quería pedirle favores, era algo más, algo que hizo gritar al maestro de Fairy Tail.

– ¡Dejaste la puerta abierta, idiota!

Con Natsu.

Sus oídos lograron escuchar cierto bullicio de parte de anciano dentro del gremio, no entendía realmente que era ya que se encontraba muy lejos y no era como si estaba dispuesto a volver solo para encontrarse con su ahora enojado maestro.

– Seguramente un idiota se olvidó de cerrar.

Soltó una pequeña carcajada al pensar que existía una persona que incluso sería tan estúpida como para olvidarse de cerrar una puerta, incluso si esas eran las puertas del gremio, qué eran muy grandes a diferencia de otras. Realmente no creía que alguien fuese tan olvidadizo.

Un pensamiento recorrió su mente, las palabras del maestro Makarov habían hecho un eco en Natsu, ciertas cosas ocurrieron y una que debía buscar por sí mismo, su confusión cada vez era más grande y la curiosidad lo estaba matando poco a poco, sentía que algo había vuelto luego de escucharlo. Dispuesto a saberlo después, continuó su largo camino y volvió a su hogar, aún polvoriento y desordenado como siempre, recordaba que Happy era la persona encargada de mantener todo arreglado, mientras él, buscaba la cena.