Él, sentado a mi lado, mirando a nuestro profesor hablar de cosas que no me importan y escuchandolo con atención. Siempre le gustó ese profesor; a mí, por desgracia, no.
Su mano reposaba en la madera de la mesa, yo, con mi bolígrafo en mano, la tomé y dibujé.
Vi duda, pero no negación en su cuerpo, me dejó marcar su piel con esa tinta que seguramente no llegará al almuerzo.
En su mano escribí su nombre en cursiva, en su antebrazo un ojo, y cerca de la parte de atrás de su codo tomé marcadores y dibujé unos personajes de una caricatura que le gustaba mucho, a pesar que nunca fue de ver mucha televisión.
- Tendré que usar suéter en mi casa, mi mamá ve esto y va a pensar que me maltratan.- Dijiste viendo tu brazo rayado.
- No lamento nada. -dije con gracia.
Sabía que te daba más pena que se borrará, por eso el sentimiento de relevancia por mi parte fue nula.
Concluí mi recuerdo cuando hablaste.
- ¿Te fuiste a otro planeta sin mí? -Preguntaste con diversión, mirándome con la cabeza inclinada, dando un aire aniñado.
- ¿Te puedo pintar?- Hablé sin pensar.
Tú asentiste lentamente, te di a entender con una seña que te quitaras la ropa, y ahí me di vida. Con mi pintura que seguramente tardaría más de 2 baños en irse completamente pinté su piel.
Pinté cada parte de él, como si del mejor cuadro se tratara. Yo también me dejé pintar aquel día, no eras de dibujo pero no lo hacías mal, nunca me sentí tan arte en mi vida hasta cuando te negaste a pintar con brocha, y pintaste con los pies.
-El naranja te queda bien. -Dijiste haciéndome reír.
Toda mi vida odie el naranja, hasta aquél día.
-Y a ti el morado.- mencioné, reí cuando pusiste los ojos en blanco.
El morado nunca fue tu color favorito.
Ese día ambos hicimos muchas cosas por primera vez.
¿Quién diría que ibamos a terminar pintando juntos? Y no hablo de cuadros.
Y también descubrí que el naranja tampoco es tan feo.
Y tú que el morado es más que "un color de relleno."
A los días seguía consiguiendo restos de pintura en mi cabello, haciendo recordar el arte que fuimos.
Porque no puedo hacer arte sin ti.
Porque no puedo ser arte sin ti.
Porque no puedo convertirte en arte sin ti.
Porque no quiero estar sin ti.
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Sweet Dreams
AléatoireDame por muerta, no digas nada, sólo cuando me extrañes lee todo aquello que pasó por mi mente en algún viaje entre dimensiones, y si te sientes valiente, dí mi nombre.