Michael cargo con dificultad algunas cajas, mejor dicho tres a la vez, mientras intentaba avanzar sin caerse, cosa que logró ya que dejó estas sobre una mesita. Se sacudió la ropa y miro su bueno hogar, estaba lleno de polvo y sábanas blancas, ya amarillentas por los años, cubriendo los muebles que quedaron. El rubio sonrió y avanzó por la sala hasta llegar al inicio de unas escaleras, dudo en subir, sabía que estaría él sólo tal vez con Europa, lo dudaba eso último.
- Tengo años sin poner un pié en éste hogar..
Murmuró mientras las subía, llevándose una mano a su vientre. Aún estaba plano pero los ascos estaban presentes gran parte del día, así que le era imposible ocultarlo. Sus pasos hacían echo Hasta que llegó al segundo piso, donde siguió caminando y se acercó a una puerta que tenía las iniciales M.W. sonrió sin poder evitarlo. Esa fue, alguna vez, su habitación, saco la llave de su bolsillo y la abrió, al entrar notó que estaba todo como él lo dejó.
El omega se sentó con suavidad en la cama, evitando levantar polvo, y recorrió con su vista la habitación. La cama, el mueble, su closet y una mesa con sus cosas, sobre esta estaba un cofre lleno de polvo. - No puedo creer que sigas aquí, te deje la última vez que vine... Si que ha pasado mucho. - Se levantó rápidamente, ignorando la capa de polvo que se levantó y agarró el cofre entre sus manos, sonriendo cuando lo abrió con facilidad y se dispuso a abrir la libreta.
- Debería tirarte. - Murmuró distraído pero al leer unas cuantas líneas no pudo evitar sonreír con melancolía. Cerró la libreta y se mordió el labio, debatiendose. Al final suspiro, Michael ya había tomado su decisión. - Bien, te daré una leída rápida y te entregare a Louis, él aún no puede entender como aún sigo amando a Robert.
El omega se acercó nuevamente a la cama y esta vez se recosto, abrió la libreta y se dispuso a leer, posando su mano sobre su vientre.
Él no sabía que volvería a sentir cada emoción que tuvo en esos momentos, tampoco supo que eso le haría alejarse de su alfa, nuevamente, por el bien de alguien más. No lo sabía. Para sus sentimientos había puesto un tiempo límite para que la bomba explotará y solo lo dañara en ese momento a él y a nadie más. Y como siempre, Michael guardaría silencio hasta que ya no pudiera y explotará. Así era él, le era imposible evitarlo.
Día: 14/10/2019
Hora: 10:53 pm
Día de la publicación: 16/10/2019
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El diario de Michael Wayland.
FanfictionMichael en su juventud tenía un diario, algo donde podía desahogarse y dejar fluir todo sus sentimientos positivos, negativos y demás, y ahora que volvió a la mansión Wayland lo encontró, pensó en tirarlo pero en vez de eso lo leyó y lo entregaría m...