Mentir no es algo que me guste, suelo evitar las verdades que no quiero contar o digo directamente: No quiero hablar de eso. Mi padre aborrece eso pero termino acostumbrándose, incluso papá afirmo que mamá era igual que yo en ese sentido.
Pero aun siendo asi tuve que mentirle, decirle que pase una semana demasiado agradable y que me gustaría repetirlo, él me creyó... Sorpresivamente lo hizo...
Hace unos días el circulo tuvo su primera misión, no querían dejarme ir por que aun tengo secuelas de lo que sucedió con Andrew, me esforcé y los convencí, era un brujo que había estado trayendo almas de los cazadores y obligandolos a hacer lo que él quería. Debí escuchar a Maryse y Robert, no tarde en dar con él, los otros dos cazadores que venian conmigo estaban listos para atacar a muerte pero él...
No se como, pero trajo el alma de mi madre, era bellísima, tan hermosa que me paralice, jamás la había visto en persona asi que fue algo tan asombrosamente abrumador que no pude moverme, ¡Eso fue horrible¡ No tengo miedo a luchar, no temo matar si es haciendo lo correcto pero ver a mi madre fue abrumador y doloroso.
Se veía triste, muchos dirían que seria transparente pero no, parecía de carne y hueso, cosa que no me ayudo en nada y mucho menos cuando me pidió perdón por lo que haría, no le comprendí de primero pero después lo hice, me salto e ataco...
No fue fácil pero me libere de mi mamá y asesine al brujo, no lo hice rápido, no, lo torture un poco mientras que los otros seguían con sus fantasmas personales. Cuando descargue mi furia le rebane la cabeza en un limpio movimiento, al regresar le pedí a Maryse que trajera a Robert si lo veía, no me quede en mansión Wayland sino que huía hacia la de mi madre.
En soledad, sin nadie viéndome, me permití llorar con intensidad, me sentía abrumado por lo que hice, no asesine al brujo por que fuera mi obligación o deber, fue por gusto, placer.
Solo quiero que Robert venga y me abrace, no pido más ya que no me siento bien, quiero llorar y hacerme bolita en esta polvorienta cama —Ya estornude como treinta veces, ayuda—
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El diario de Michael Wayland.
Fiksi PenggemarMichael en su juventud tenía un diario, algo donde podía desahogarse y dejar fluir todo sus sentimientos positivos, negativos y demás, y ahora que volvió a la mansión Wayland lo encontró, pensó en tirarlo pero en vez de eso lo leyó y lo entregaría m...