Capítulo 24

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Mi hermano me miraba fijamente esperando una explicación de lo que acababa de ocurrir, además de más respuestas.

Conan: Él ya se fue así que quítate las sábanas de encima ¿quieres?

Tn: ... — Las bajé un poco, hasta la altura de la nuca — ¿Sabes si todavía tengo algo de fiebre? — Este se acercó a mi y me puso su mano en la frente, cerró los ojos para concentrarse. Al abrirlos dijo que ya estaba bajando pero que me seguía viendo con las mejillas rojas.

Conan: ¿Qué es lo que hay entre tú y ese mago ladrón?

Tn: ¿Te digo la verdad? No lo sé. 

Conan: ¿Cómo que no lo sabes? No estarás enamorada de él ¿verdad? — Este se acercó a mi preocupado de que sus temores no se hicieran realidad.

Tn: No lo sé. — Me volví a levantar quedando sentada en mi cama, tenía la mirada abajo mientras que en mi mente la imagen de aquél chico aparecía en mi mente.

Conan: ... — Este me miraba sorprendido por mi respuesta y por como me estaba viendo en ese momento ya que estaba sonrojada mientras pensaba en él. Se sentó de golpe en el suelo al ver mi reacción. — Estás... — Empezó a tartamudear mientras me señalaba. — ¡Estás enamorada!

Tn: ¡¿Eh?! — Me sorprendí de repente por sus palabras. — ¿Pero a ti que te pasa ahora?

Conan: Ahora ya entiendo, él te quiere por eso no hace más que venir a visitarte o regalarte flores. — Su boca estaba abierta mientras que su mirada estaba perdida.

Tn: ... — Me levanté de la cama y empecé a caminar por el pasillo.

Conan: ¿A donde vas? — Dijo preocupado.

Tn: A hablar con mamá sobre un hermano que no me deja descansar.

Conan: No te atreverás...

Tn: ¿Acaso no me ves caminando hacia ella? — Dije mientras bajaba las escaleras.

Conan: ¡Espera!

(...)

- Al día siguiente -

Me encontraba en casa del profesor ya que Ai se había dado prisa para poder crear como un suero de glóbulos blancos, específicos para atacar en cualquier momento ya que estaban preparados para cuando encontrasen algún tipo de virus, bacteria... Lo eliminara. Antes de inyectarlo estuvo revisando mi estado de salud, seguía resfriada por lo que debía de asegurarse mi estado de salud al completo.

Ai: Pude crear un suero de glóbulos blancos, la cantidad justa para que te recuperes en poco tiempo, si de casualidad llegaras a tener otro brote de aquella enfermedad y tuvieras que tomar aquella pastilla te inyectaría después de una hora el suero para que te hiciera efecto y no te bajara tanto las defensas.

Tn: Increíble Ai.

Yusaku: Ciertamente eso mejoraría su estado de salud.

Yukiko: Qué bien...

Ella se acercó a mi con una jeringa con el suero, se acercó a mi, desinfectó la zona y me pinchó en el brazo contrario al que me había sacado sangre. 

Ai: La cura la estuve analizando, realmente es algo increíble lo que te has estado tomando. Pero si mis cálculos son correctos sino vuelves a tener un brote de aquí a un mes, significaría que estas curada por completo. — Al oír aquello tanto yo como mis padres nos alegramos de aquellas palabras. — Por ahora quédate aquí para ver como reacciona tu cuerpo, necesitamos monitorizarte.

Tn: Bien. — Quité mi camisa quedándome en sujetador deportivo, me tumbé en la camilla que me había preparado y me puso unos adhesivos en algunas parte de mi cuerpo para seguir monitoreando mi pulso.

Yusaku: ¿Tienes frío? ¿Quieres una manta?

Tn: No, estoy bien.

Después de una hora monitoreando mi estado y mi pulso me quitó los adhesivos y sonrió. Podría volver a casa tranquilamente ya que el suero ya estaba haciendo efecto.

Ai: Guardaremos nosotros por si acaso el suero sobrante, sigas a necesitarlo solo avísanos.

Tn: Si.

Después de aquello mi padre me volvió a llevar a casa mientras que mi madre y Shuichi hacían la comida. Me dieron unas pastillas para el resfriado que aún tenía. Después de algunas horas Ran llegó a casa para ver como me encontraba y para prestarme todos los apuntes. Estuve haciendo fotos de todos los apuntes para hacerlos más tarde, mientras le estuve contando (evitando que fue Ai quien me hizo esto) sobre el suero y sobre las extracciones de ayer. 

- Al día siguiente -

Era sábado, ya me encontraba mejor pero decidieron que me quedara un día más en casa, por si acaso. Mi padre se fue con Megure a un caso, mi madre se fue a comprar ropa ya que quería comprarme algo nuevo y Shuichi fue a hacer la compra. Como no había nadie decidí salir a dar una vuelta. Como empezaba a hacer frío me puse un vaquero, un jersey y un pañuelo para el cuello.

Metí en mi bolso el teléfono, las llaves, el monedero con dinero y la identificación. Salí a dar una vuelta por si conseguía información de aquella organización. Como Shinichi estaba en la escuela y los demás estaban ocupados salí sin que nadie supiera.

Mientras iba por la calle me quedé pensando en la forma de acercarme a ellos sin que estos se dieran cuenta.

?: ¿La hermana del mocoso? — Al oír aquella voz me di la vuelta.

Tn: Kogoro ¿Qué hace usted por aquí? — Dije sorprendida de verlo.

Kogoro: Tengo un caso así que me dirigía hacia el lugar ¿Y tú? Escuché que estabas mala.

Tn: Ya me encuentro mejor. — Le sonreí. — Por cierto ¿Puedo acompañarle? Puedo ayudarle con el caso.

Kogoro: ¿Eres detective?

Tn: No pero ya he resuelto alguno que otro.

Kogoro: Bien, puedes venir. Así podrás ver al gran Kogoro Mouri en acción.

Tn: ¡Si!

Fui con él hacia el lugar del caso, de camino me iba contando sobre los casos que había resuelto, aunque por alguna razón mi intuición decía que era Shinichi quien resolvía estos casos. Al llegar al lugar donde sería el caso me sorprendí, era en un casino realmente grande.

Tn: Tío Kogoro ¿De que va el caso?

Kogoro: Verás un hombre me ha dicho que últimamente su mujer actúa raro con él, dice que está como asustada. Ella trabaja en un casino bastante grande así que me pagó bastante para que fuera infiltrado.

Tn: ¿Por eso lleva esa gabardina y esas gafas de sol? — Ya me había dado cuenta de esa ropa que llevaba puesta, si pensaba ir de incógnito... Parecía más un hombre sospechoso que eso.

Kogoro: Exacto.

Tn: ... - Me quedé sorprendida ante su actitud, de seguro nos pillarían a la primera.

Al llegar al casino pagamos por nuestra entrada, como iba con él tío Kogoro me dejaron entrar sin problemas. Este me enseñó una foto de la mujer así que intenté buscarla con la mirada. Una vez que la encontré la vi que estaba rodeada de unos cuantos hombres además de que estaba vestida muy provocadora. Por la cara que ponía la mujer podía notar que no quería que la tocaran. De seguro que la están extorsionando.. Por eso aquella actitud con su marido.

Kogoro: Vamos.

Tn: Si...

Nos sentamos cerca de donde ellos estaban. Podía escuchar perfectamente la conversación que estaban teniendo con la mujer del cliente.

La Lágrima de la DoncellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora