𝙰𝚝𝚎𝚗𝚌𝚒𝚘𝚗
• 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚎𝚜𝚌𝚎𝚗𝚊𝚜 𝚟𝚒𝚘𝚕𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜
•𝙴𝚜𝚝𝚎 𝚌𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝚗𝚘 𝚜𝚎 𝚋𝚊𝚜𝚊𝚛𝚊 𝚎𝚗 𝚜𝚒 𝚊𝚕 𝚟𝚒𝚍𝚎𝚘 𝚖𝚞𝚜𝚒𝚌𝚊𝚕
•••••••
Esa noche no saldríamos. Yo no saldría.
Fred salió a "caminar" ya que quería algo de aire.
Las cosas entre él y yo se ponían cada vez más tensas. Él salía sin mi bastante seguido, y yo sé, todos debemos tener nuestro propio espacio y lo entiendo, pero desde un principio él me llevaba a todas partes y es muy raro que actualmente dejo de hacerlo. Poco a poco fue yendose más seguido. No me preocupaba por esto, pero en cierta parte, muy en el fondo me estaba matando por ocultar un; "Si".
Estaba frente a mi espejo, me aplicaba en los labios un bálsamo de un rojo carmín encendido.
Suspire frente el espejo mientras en mi cabeza Fred y su bienestar me rondaban una y otra vez.
Termine de aplicarme el labial y me mire en el espejo para luego simplemente colocar mi codo en esa pequeña mesita y mi mano en mi mandíbula. Veía a la nada, no sé en que momento me perdí de la realidad y mis pensamientos poco a poco me empezaron a torturar formando una no muy notable mueca de angustia en el rostro.
La notificación que llego a mi celular logró sacarme de ese trance volviendo de inmediato a la realidad. Era un mensaje de un número desconocido el cual abrí sin alguna duda, aquel número no tenía descripción en sus mensajes eran simples imágenes las cuales abrí y pasé una por una. No debí hacerlo claramente.
"Llevan así casi dos años. ¿Estas segura que te ama?" Escribió finalmente la persona que se refugiaba trás la pantalla de su celular. Estaba en shock, llegué incluso a aturdirme; "Vete a la mierda" Respondí.
Dejé el celular con rabia y decepción en aquella mesa, parandome enseguida de mi silla caminando con desesperación de un lado al otro preguntándome una y otra vez; "¿De verdad fui tan estupida para creerle?."
Volví en mi y camine rápidamente a una pequeña caja donde guardo minuciosas cantidades de dinero que gano siendo mesera en un pequeño restaurante. Abrí la cajita y me encontré con solo algunos billetes. No dude, Alfred tomo mi dinero para gastarlo con esa puta.
Estaba furiosa, era mi dinero, era mi vida, era mi novio.
Fueron los 30 minutos de espera más largos de toda mi existencia
- ¿Meg?.
Escuche la puerta cerrarse del otro lado de la habitación. Tenía el teléfono en la mano y mis pocos billetes entre mi dedo del medio, lo encararía, sin piedad o perdón.
- Dame más de una explicación porque una no te servira.
Hable acercándome a él con la pantalla de mi celular encendida apuntando su rostro. Fred miro la imagen y la examino, rápidamente, lo que había bebido se le quitó en un parpadeo. Lo note realmente "confundido".
- ¿Que quieres que te explique?.
- ¿Me estas viendo la cara idiota, quien mierda es esa zorra?.
Pregunte aun más furiosa.
- ¿De quién hablas?, estas loca.
Dijo sacando de sus labios una sarcástica risa.
- Escúchame bien Alfred, deja de hacerte el imbecil, se perfectamente que me estas engañando. ¡Dime quien-carajos-es-esa-puta!.
Alcé el tono de mi voz lo que ocasionó que Alfred borrara su sonrisa y creara un rostro de molestia.
- ¿Estas gritandome acaso?.
- ¡Te grito todo lo que me salga de los ovarios!. ¡Tu gastaste mi dinero en ese pedazo de mierda, ¿crees tu que me pondria feliz que lo gastes con una cualquiera?!.
- ¡No hay otra persona Meglory, no eh gastado tu puto dinero y no te engaño!.
- ¿Y que mierda paso aquí?
Dije mostrando los pequeños billetes entre mis dedos alzando mi mano y acercando mis dedos a su rostro.
- ¿Crees que soy imbecil?.
Volvi a preguntar.
- Hablamos por la mañana.
Dijo intentando ir hacia la habitación evidandolo yo rapidamente.
- ¡Esto es ahora!
- ¡Bien, Meglory, no hay nada, no pasa nada!
- ¡¿Acaso eres ciego?!, ¡Alfred, tengo pruebas, no puedes decir que no, no puedes llamarme demente, no puedes hallar la forma de quebrarme!.
Alfred me miro con odio pero desafiante.
- ¿No puedo quebrarte?.
Dijo molesto, me empujo hacia la pared fuertemente, tomo mis hombros y empezó a sacudirme de una forma bastante brusca.
- ¡¿Eso es lo que quieres que te diga, que eres otra simple y regalada zorra, que lo único que hice fue ganar una maldita apuesta, que lo único que quería era estar entre tus piernas, presumir y negarte frente mis amigos, que durante un tiempo llegué a amarte pero me aburrí en un abrir y cerrar de ojos, que lo que quería era dinero fácil, que fingí todo?!. Te preguntaras, ¿por que sigo contigo?. ¿Sabes por que?, porque me das pena, porque eres envidia y tengo algo que otros jamás tendrán. Esos detalles eran vacíos, eran para que no te dieras cuenta, pero ya no importa. No te dejare, ¡quiero verte sufrir!. ¡¿Como llegaste a creer que te amaba?!, eres realmente muy estupida.
- Alfred..
- ¡"Alfred" una mierda!.
- Por favor..
Y simplemente lo hizo. Alzo su mano al aire y mi rostro fue su blanco. Fue una bofetada realmente fuerte que llego a virar mi rostro a un costado... Pero eso no fue suficiente, sus golpes aumentaron y no pararon, eran uno tras otro, el solo repetía; "Esto es tu culpa".
- ¡Para porfavor!.
- ¡Callate cuando estoy hablando!
Mi visión poco a poco llego a tornarse blanca y borrosa, mis gritos fueron disminuyendo, mis intentos de defenderme fueron en vano y mi sangre empezaba a salir de su lugar para manchar el suelo, mi ropa y mi piel.
Sus golpes estaban llenos de odio, rencor e ira, me dolía y no solo físicamente, no tenía idea de cuando pararía.
Prefería mil veces que esto fuera un sueño, prefería mil veces no vivir que sufrir esta condena, prefería todo menos esto.
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*ωιтнσυт мє* [ƒяє∂αηgℓє] σηє ѕнσт'ѕ
NouvellesY así fue. El entro a golpes en ese viejo carro de policías con esposas alrededor de sus muñecas detrás de su espalda mientras observaba a la albina con una exprecion de "Sorry". Ella aun estaba observando al pelinegro desde el otro lado del vidrio...