Recuerdos y Aparición

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– Oye Brandon. ¿Te puedo preguntar algo?

– Desde luego Zilv.

– Es sobre tu papá. ¿Cómo se llama?

– Ah es eso. Pués mi padre de llama Arthur Holland.

– ¡Oh! Tiene un nombre muy interesante.
– Recuerdas algo de éĺ, cuando llegaste aquí eras muy pequeño.

– Pues que no lo veía seguido, él es rubio como yo, pero su cabello es así como el tuyo.

– ¿Con rulos? A eso te refieres.

– Sí. Antes me ponía triste, pero supongo que él no sabe que Alexa fue quién me dejó en este bosque, ella nunca me quiso.

– ¿Alexa? ¿Quién es ella?

– Mi madrastra... fue muy egoísta conmigo.

– ¡Oh! Siento haberte recordado eso.

– Tranquilo. Ahora tengo una nueva familia  y eso me hace muy feliz.

– ¿Y si tú papá vuelve? Te irás con él, te lo pregunto porque debes extrañarlo mucho.

– No sabría decirte. Me gustaría hablar con él y preguntarle ¿por qué no me buscó?

– Sabes que por mi culpa estás aquí, yo le pedó a papá que no te llevara a la ciudad.

– Al contrario, debo estar agradecido. Aquí he recibido mucho cariño, he aprendido tantas cosas y Rodger ha sido un gran maestro. Y también conocí a mi mejor amigo.

– Te daré todo el cariño necesario rubio de ojos grandes.

– Ah no digas eso, suena como si estuvieras enamorado.

– Jaja. ¿Y sí así fuera?
Preguntó Zilv mirando fijamente a Brandon.

– Estás loco Zilv, se te va a enfriar el té por hablar tonterías.

– No son tonterías Brandon.

– Ya estás viejo, no sabes lo que dices.

– Esperaré a que crezcas más para pedirte la mano.

– Jaja. Levántate debemos ir a fregar los trastes.

– Está bien mi rubio adorado.
Brandon no pudo evitar sonreír mientras se levantaba de aquella silla para entrar a la cabaña.

HORAS MÁS TARDE...

– Uh!! Ya llegué muchachos y les he traído regalos. También pude revelar algunas fotos que he tomado con el pasar de los años.

– ¡Papá! Duraste dos días por allá.

– Rodger el viaje muy largo.

– Sí me tuve que quedar porque no me habían depósitado dinero en la cuenta.

– Tus compradores son unos atrevidos.

– No digas eso hijo. Miren en este paquete vienen las fotos. ¿Quieren verlas?

– Claro papá. Ya lo abro.
Zilv tomó aquel paquete y lo rompió con sus manos y colocó las fotos en una mesa de madera que hay dentro de la cabaña.

– Mira Zilv, esta es cuando llegué aquí.
– Rodger no me di cuenta de esto.

– Así soy Brandon. Tomo fotos de imprevisto.

– ¡Oh no! Mira esto Brandon. Fue nuestro primer día de pesca. Ese día no usamos zapatos jaja.

– Claro que lo recuerdo. Esta de aquí fue el día del cumpleaños de Rodger. Comimos mucho para ese día.

Un Bosque Para DosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora