Usando la ropa del otro.
A Shaka siempre le dio curiosidad la vestimenta de Mu, no sabía el porque de sus vendas en los brazos o el porque usaba la tela roja como bufanda o porque su túnica era tan corta e incluso porque usaba un listón blanco en la cintura o con que motivo recogía su largo cabello en una coleta que estaba a la mitad de su cabello.
Muchas eran las preguntas de Shaka y ninguna parecía tener una respuesta o al menos así fue hasta que a Shaka le dio curiosidad y ya que tenía la confianza suficiente en Mu, podía pedirle que le diera una respuesta a eso que el se estaba cuestionando.
Emocionado Shaka bajo al templo de Aries y se encontraron jugando a Kiki y Mu juntos, aunque lo negará o no lo demostraba le daba ternura el instinto maternal de Mu y la relación que tenía con Kiki, Shaka amaba tanto a Mu que el también empezaba a desarrollarse un instinto paternal por el discípulo de Mu; pero eso no era lo importante el día de hoy.
Shaka aclaró su garganta para llamar la atención de ambos borreguitos y los dos muy emocionados fueron a saludarle, Kiki le abrazó por las piernas con una gran sonrisa y Mu le dio un pequeño beso en la mejilla al rubio.
Kiki le dijo a su maestro y a Shaka que iría a hacer unas cosas y que luego regresaría que por mientras ellos también jugarán juntos.
Ambos adultos jóvenes asistieron y le regalaron una sonrisa al niño que muy alegre se fue a perfeccionar ciertas técnicas de ataque para ver orgullosos a su maestro y a Shaka.
Por mientras el caballero más cercano a ser un dios y el discípulo de Shion, se vieron a los ojos por unos segundos y se dieron un corto beso en los labios a modo de saludo; el beso termino con una sonrisa por parte de ambos.
Shaka vio el momento perfecto para preguntarle a Mu del porque de su extraña vestimenta y lo que dijo enseguida se hizo.
—Mu, quiero saber, si me lo permites el porque del como te vistes o usas tu ropa.
—Me sorprende que lo preguntes Shaka, pero te lo diré. Uso la cinta en mi cintura con el fin de sostener mi tela roja firme y de remarcar o hacer notar mi cintura que es pequeña en comparación de la de otros y la tela que uso como bufanda es mero gusto o por estética Shaka.
—Pensé que ibas a odiarme por preguntar algo así pero veo que no.
—No voy a odiarte por tener una duda o curiosidad, todo lo contrario me gusta que me veas y tengas curiosidad por mi apariencia, al fin y al cabo me preocupo bastante por mi apariencia.
—Entonces por eso ocultas no se que con las vendas en tus muñecas y peinas tu cabello con un nudo en la mitad.
—Exacto Shaka; las vendas es porque al ser el que arregla las armaduras muchas veces debo dar mi sangre para darles vida de nuevo y el cabello si es verdad que lo cepillo seguido pero lo de sujetarlo a la mitad es por pura comodidad.
—Es interesante tu forma de vestir, déjame usar tu ropa y tu la mía para sentir como se siente tener tu estilo.
—Buena idea Shaka, suena divertido, hagámoslo.
Solo bastaron las palabras de Mu, para que Shaka se quitará su túnica y se la pasará a Mu, el peli violeta se rio y enseguida haciendo uso de su tele transportación le trajo una de sus túnicas y telas a Shaka.
El rubio las recibió enseguida, no había pensado en eso, se desconocía totalmente pero sabía que Mu no lo iba a juzgar por eso, esa era una razón por la que Shaka amaba a Mu.
El rubio siguió las instituciones de Mu y se vistió justo como el, también peino la parte de atrás de su cabello como Mu solía hacerlo y para su sorpresa se sentía cómodo pero no del todo convencido, la ropa de Mu era bonita pero prefería la propia.
Además el rubio se cansó de tener todo el peso de la tela en el cuello y no sentir su cabello libre o totalmente suelto.
Por otro lado, la túnica de Shaka a Mu le quedaba tremendamente enorme, por más que Shaka la acomodara al cuerpo de Mu, está simplemente seguía quedándole enorme.
A Shaka le encantó ver el puchero en la cara de Mu, cuando este le dijo que con su ropa se sentía desnudo y desprotegido.
El resto de el día, Shaka intentó por todos los méritos posibles que le quedará bien su túnica a Mu pero simplemente no lo hacía, entonces ambos optaron por ver si la vestimenta de Mu se adaptaba a Shaka.
Y en gran parte lo hacía de no ser porque Shaka no quería usar la tela como bufanda.
Al final ambos se divirtieron y se dieron cuenta que eran muy opuestos al vestir pero a ambos les había encantado estar unos minutos con la ropa del otro, esa idea algo loca y descabellada los había unido más inconscientemente y eso a ambos les gustó, porque tenían más confianza en el otro, ese era otro de sus tantos puntos fuertes en su relación como pareja e incluso como amigos; porque más que novios eran los eternos acompañantes de vida del otro.
