Haciendo algo ridículo.
Shaka estaba seguro que a pesar de la tranquilidad y serenidad de Mu; Kiki, Milo, Aioria y Aldebaran compartían una única neurona, igual de alocada e inocente.
Para sus pensamientos había un motivo, el Escorpión, gato, toro y dos borregos dorados, le pedían a gritos a Shion que les enseñará a permanecer siempre joven.
Todo se dio por culpa de Aioria, ese gato era muy vanidoso y ególatra, Milo demasiado orgulloso y sus pequeños carneros aunque no lo pareciera se preocupan mucho por su imagen y apariencia frente a los demás.
Shion como patriarca y como carnero acorralado, no tenía idea de que hacer o decir.
Camus y Marín estaban a su lado, jamás creyeron ver a sus parejas de esa forma. Que ingenuos eran, Shaka siendo muy superior a ellos habían estudiado a todos sus compañeros y sabía lo que estos ocultaban, lo que se le hacía raro era ver a Aldebarán ahí con ellos.
—Shion se mantiene así porque es rubio y porque Athena al ser bastante poderoso le concedió esa belleza, porque tiene mil años, además el murió joven y aún conserva su apariencia.
—Maestro Dohko usted también es joven, pero tiene millones de décadas; nosotros tres también somos poderosos, podemos obtener ese regalo de Athena.
—No pueden, Shaka y Saga si, ustedes no creo
—Dohko, mis hijos se sentirán mal si le dices la verdad así
—Escuchaste gato, somos sus hijos
—Me refería a Kiki y Mu, pero sigan creyendo eso niños
—Maestro, siempre le admire mucho, pero no deseo ser como usted, solo vine para conocer y estudiar el tipo de alquimia que usa para verse así...
—Mu, mi pequeño y sabio Mu, un alquimista jamás revela sus secretos...
—Entonces como se que usted y el maestro Dohko, mantienen...
—Mu, cuida ese don de la palabra y más bien ve a averiguar por tu cuenta lo que me preguntas...
—Maestro Mu, el maestro Shion tiene razón yo también quiero aprender alquimia...
—Vamos Kiki, aquí todos son unos envidiosos, vamos a hacer todo solos como siempre. —Los dos carneros salieron del templo patriarcal y Shaka tenía toda la intención de quedarse pero Mu lo tele transportó con el a el templo de Aries.
—Kiki, prepara todo para hacer alquimia, yo arreglare una cosita con Shaka.
—Si maestro
—Exijo que me digas porque conoces la alquimia...
—No se que es la alquimia Mu, solo se que tienes un don, talento y habilidades únicas en eso.
—No me mientas Shaka de Virgo. —Shaka se asustó al oír el golpe de Mu sobre la pared del templo y posterior a él, las grietas que se formaban, de paso la feroz mirada de Mu sobre él.
—Confío en ti, no debí dudar, pero me da mucha curiosidad saber los misterios que oculta la alquimia y de paso mi maestro.
—Leíste mi mente; es gracioso toda esta situación es ridícula, no me gusta la infantilismo pero a ti se te da tan bien y tan tierno, que no me importaría vivir haciendo el ridículo contigo cada día sin falta.
El resto del día, Mu continuó haciendo actividades ridículas en compañía de Shaka y Kiki, unas eran más ridículas que otras, pero aun así estos tres caballeros de la orden dorada de Athena, estaban felices.
Mu al lado de Shaka se permitía ser el mismo, no reprimía lo que realmente era o como solía ser en realidad y Shaka se permitía mostrar esa amabilidad, tranquilidad y actitud detallista que siempre estuvo con él, pero nunca nadie fue digno hasta que Mu, Kiki y las ridículas pero adorables locuras Arianas de esos dos, fueron dignos de conocer al auténtico, Shaka de Virgo.
