Adicto a ti©

Xx_Capítulo Dos_xX (Part. 1)

"La familia es lo primero ¿cierto?"
Part.1

PARYS

A muchos no les gustan las reuniones familiares.

Pero a mí me encantan.

Mi árbol genealógico es gigante y ninguno es amargado.

En las reuniones familiares siempre conozco gente nueva, porque, al menos en mi familia, siempre hay alguien que trae algún amigo que a su vez trae otro amigo que tiene un hijo... En fin.

Además en las reuniones familiares siempre pasan cosas, se descubren historias y aunque la comida no sea la mejor, puedes hacer lo que quieras.

Por eso me encantan las reuniones familiares.

¿Algo que no me guste? Mis primos y los amigos que traen, porque no son chicos lindos, son gremlins pequeños que solo hacen desastre.
Aún así,  la familia es lo primero, ¿cierto?

Toda la semana estuve esperando el viernes, quería ver a la Tía María, la únicas reunión familiar que hemos tenido desde su viaje, no fue lo mismo sin ella.

El gran día llegó más rápido de lo que espere.

Me levanté temprano para ir a clase. Até mi cabello en una trenza, que llegaba más abajo de mi inexistente cintura, y me puse el uniforme.

Miré inconforme mi falda, no entiendo por qué cada vez me queda más grande.
Me encogí de hombros.

Siempre solía ser la primera en estar lista.

Usaba el tiempo sobrante para ayudar a Viktoria con su cabello, se enreda muchísimo, hemos roto mínimo unos diez peines intentando sacarlos de sus rizos.

Me pregunto si las personas que ven a mi hermana menor bien arreglada sabrán la cantidad de esfuerzo y peines perdidos hay detrás.

Mia era siempre la última en salir. Mamá insiste que se tarda mucho maquillándose, pero no es así, Mia no se maquilla para ir a la escuela.

La razón de su tardanza es complicada de explicar. Mamá lo sabe, Mia igual, pero ambas no hacen más que mentirse a sí mismas. Pensar que es algo normal que les pasa a todas las adolescentes.

No es así, nunca lo ha sido.

Aunque yo no debería saberlo, me enteré mientras mamá discutía con papá, ¡pero no quise hacerlo!

A veces quisiera que entendiera que no está sola. Que no tiene por qué fingir.

Supongo que así es feliz.

—¡Muévete Mia! Vamos a llegar tarde por tu culpa. —grita Viktoria, golpeando fuertemente la puerta de nuestra habitación.

No hay respuesta.

—Tranquila Power Ranger, ya saldrá. Además estas en primaria, no te vas a perder de nada por llegar tarde. —le digo agarrando ligeramente su mano, que, de no haberla detenido, seguiría golpeando la puerta.

Viktoria bufa y todo se queda en un silencio sepulcral.

—Seré paciente solo si me dices que puedo ser la Power Ranger rosada.

—Claro. —le sonreí, rodando mis ojos. Esta niña no parece tener 12 años.

Mia salió por fin, las tres bajamos juntas en dirección a la puerta, pero, mi hermana mayor había olvidado  preparar su mochila y Viktoria decidió acompañarla.

Abrí la puerta y me senté sobre las escaleras, un escalofrío me hizo frotar mis manos intentando entrar un poco en calor. Eran mediados de noviembre pero aquel frío no era normal.