Los 30 de Wei Wuxian y Lan WangJi

Drabble #1: Camino

Mo Dao Zu Shi no me pertenece, es de propiedad exclusiva de Moxiang Tongxiu.

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Wei Ying se adentraba de manera lenta al receso de las nubes, luego de un largo camino estando lejos de su hogar en una cacería nocturna con su amado esposo. Hanguang-Jun lo seguía de cerca con expresión estoica mientras pensaba lo que había sucedido en el mercado de Caiyi antes de llegar a la entrada del Receso de las nubes, su ceño se frunció aún más. Pues no podía evitarlo, a pesar de su estoicismo, de su silencio o sus miradas significativas necesitaba expresar lo que estaba sintiendo, y lo que su mente gritaba "¡Mío!

—Wei Ying —musitó Lan WangJi con mirada seria a su esposo.

Wei Wuxian dejó su estado animoso de observar el paisaje y de contar todo lo que harían al regresar al Jinshi con todos los nísperos que compraron en el mercado. Volteó a ver a Lan Zhan, mientras sus manos se juntaban entre sus mangas resaltando justo en medio de su túnica negra la cesta sencilla de nísperos que había comprado con el dinero de su esposo.

—¿Qué sucede Lan Zhan? —dijo Wei Ying con tono desconcertado, batiendo sus largas pestañas mientras trataba de analizar qué es lo que Hanguang-Jun quería transmitirle.

Hizo una ligera mueca, llevaban ya dos años juntos y poco a poco iba comprendiendo cada gesto de Lan WangJi, pero siempre había una en especifica que lo hacía reír en demasía, y eran los celos de su esposo por su actitud abierta y coqueta. Y pronto lo comprendió, miró alternadamente la canasta de nísperos y luego el semblante refunfuñado de su esposo.

—Mn —se quejó Lan WangJi mientras daba un paso hacia Wei Ying.

Wei Wuxian estalló en carcajadas.

—Lan Er ge no puedo creerlo, después de tanto tiempo sigues celoso de la muchacha. Siempre le compramos nísperos al volver de las cacerías

Lan Zhan evitó la mirada de su esposo mientras sus orejas ardían en vergüenza, pues nunca lo admitiría en voz alta, si, estaba celoso de la vendedora de nísperos a la que Wei Wuxian siempre le sonreía cada vez que volvían de sus viajes y solía llamar hermano Wei a su esposo. Porque las sonrisas de Wei Ying eran solo suyas y de nadie más.

—Mío —dijo Lan Zhan en voz suave mientras se abrazaba al cuerpo de Wei Wuxian.

El Wei dejó caer la canasta con los nísperos, mientras se dejaba envolver y mimar por su esposo, sonriendo con dulzura y negaba con incredulidad. Lan Zhan siempre sería Lan Zhan, y lo amaba como tal.

—Tuyo, solo tuyo mi Lan Zhan —exclamó Wei Ying.

Varios nísperos rodaron escalera debajo de la entrada de los receso, pero eso no importaba, siempre podrían volver por más mientras estuvieran juntos.