Mo Dao Zu Shi no me pertenece, es de propiedad exclusiva de Moxiang Tongxiu
~Se supone que serían drabbles, pero me salió largo, pero lo subiré de todas maneras, espero que le guste a quien llegue a leer~
.
.
Wei Ying nunca consideró importante en sí el tema del cortejo, llevaba años casado con Lan Zhan y su vida podía ser menos que perfecta y muy feliz, si bien existían momentos donde solo quería esconderse y dejar atrás el receso de las nubes por algunas horas, pero su corazón siempre habitaría en ese lugar, donde Lan WangJi vivía. Pero ante todo lo que el Lan hacía por él, darle amor, abrigo, alimento y consentirlo, más allá de las cuatro mil reglas de su secta, sentía que una simple sonrisa no era suficiente, sino que un gesto un poco más denso y audaz para agradecer la nueva oportunidad de amar a un hombre maravilloso era necesario. Wei Wuxian también recordó la poco sutil confesión en el templo aquel día fatídico, y como no hubo sutilezas en el amor de ambos, un simple gesto de cariño salido del corazón parecía un buen plan de inicio, después de todo... en los gestos se ve la intención.
La intención parecía simple, Wei Wuxian conocía a cabalidad la rutina de su esposo, su horario al despertar y cada uno de los hábitos que este tenía, aquella mañana de inicio verano, levantándose aún más temprano que Lan WangJi lo que hizo fue dejar una primera flor sobre la mesa donde el Lan solía prepararse para su día; una dulce y delicada flor de azahar de cidro, de color rosa blanquecino, junto con una nota.
«Eres mi amor eterno»
A la mañana siguiente la rutina se repitió con un pequeño ramo de Alhelí jaspeado rosa-blanco salvaje y una nueva nota.
«Hermosa belleza duradera»
Al tercer día un bello girasol de gran tamaño y refulgente en colores
«Eres mi adoración»
Lan WangJi comenzó a sonreír cada mañana con ternura anidando calidez en su corazón, mientras veía como Wei Ying dormía profundamente cada vez que el encontraba las flores y sus nota, tomaba cada uno como un hermoso tesoro y las guardaba con delicadeza en una preciosa caja de madera tallada, donde guardaba sus más grande secreto, algunos objetos envejecidos, pertenecientes a su mismo esposo, tanto del pasado como del presente, si bien ya no tenía que esconderse para adorar su tesoro, y no debía robar, infringiendo una de las reglas de su clan, pues podía tomar lo que deseará de Wei Ying, guardar aquel tesoro cerca de su corazón lo hacía sentirse seguro y feliz. Una cinta roja algo gastada, una mariposa de papel y algunos artefactos que compraba a Wei Ying y este solía olvidar componían parte su colección, con cuidado guardó las notas de su esposo, mientras se encargaría de secar las flores en medio de algunos libros para poder conservar la fragancia y el cariño impregnada en ellas. Lan WangJi partió ese día con una sonrisa sutil, pero notada tanto por Lan Xichen como por Lan Qiren, como lo hacía desde hace unos días.
El cuarto día una nueva flor y nota, que reflejaba más que amor, una tristeza inherente en la relación de ambos; un bello y delicado Jacinto morado.
«Mi pesar y dolor yacen en tu corazón»
Lan Zhan emitió una ligera mueca, recordando dolorosamente esos días de ausencia de Wei Ying en su vida, un infierno que no podría volver a pasar, si él se fuera... seguramente lo seguiría.
Un ramo de tulipanes rojos y naranjas adornaron el escritorio el quinto día y una tierna nota, que hicieron enrojecer al Lan.
«En esta declaración coloco mi amor eterno, bella hada cumple mi deseo»
Aquel día fue luminoso para el Lan, bello con la sonrisa de su esposo, visitaron Caiyi, compartieron comida y bebida en un día de encuentros ligeros y experiencias cotidianas, Lan WangJi amaba esa nueva vida con Wei Ying, su Wei Ying.
El sexto día llegó y no hubo una flor sobre el escritorio ni una nota, sino la presencia de Wei Ying, levantado desde antes del alba, con un ramo de rosas de un hermoso rojo terciopelo intenso con una carta sobre las manos la cual entregó al Lan con una sonrisa radiante.
—Para mí hermoso esposo —dijo Wei Ying de manera descarada, vistiendo solo su túnica interior al igual que Lan WangJi.
Lan Zhan tomó primero las flores y vio a Wei Ying con una intensa mirada con un brillo indescriptible entre la ternura y el inmenso deseo, luego cogió la carta y comenzó a leerla.
Lan WangJi, Lan Zhan, tu bella hada etérea, eres mi amor eterno, has capturado mi denso corazón con tu hermosa belleza duradera y la amabilidad de tu alma ¿Cómo puede existir un ser como tú en este mundo? ¿Eres real siquiera? Eres mi adoración, mi mundo, mi todo, esperaste por mí en un mundo de sombras y sufrimiento. Llevaste en ti todo de mí en esos años de ausencia, mi pesar y dolor yacen en tu corazón como hierro candente en tu pecho que no puedo borrar, y cada día acaricio tu espalda queriendo aliviar el dolor de tus heridas. Esposo mío el mundo ni mucho menos yo te merecemos, pero eres mi alma. Sin embargo, aquí estoy, queriendo atarte a este mundo terrenal, en esta declaración coloco mi amor eterno, bella hada cumple mi deseo. Se piadoso conmigo gran Hanguang-Jun, mi corazón se detiene cada vez que fijo mi mirada en tus bellos ojos dorados, como oro fundido quieren envolverme y esculcar mi alma, y eres el único con ese derecho. Eres mi amor para toda la vida, acepta a esta frágil doncella en tu corazón y nunca la dejes ir.
Con amor y adoración, tu amado esposo Wei Ying.
Lan WangJi levantó la mirada de la carta, repasando cada una de las palabras en la misma, vio la fragilidad en la mirada de su esposo exponiendo su corazón, y unas pocas traicioneras lágrimas adornaron sus ojos dorados, el tiempo pasó y él pudo recobrar a su amor perdido, mucho tiempo de desolación y ahora aún tenía miedo de perderlo, pero no era el único, Wei Ying se sentía de la misma manera, pero no supo verlo. Atrajo al Wei en un fuerte abrazo dejando caer momentáneamente la carta, imbuyéndose en una burbuja de amor y dulzura.
—Wei Ying —musitó Lan WangJi con desesperación.
Wei Wuxian sonrió dentro del abrazo y colgó sus brazos tras el cuello de su esposo.
—Espero que mi cortejo haya satisfecho a mi amado esposo —susurró juguetonamente Wei Ying.
—Mn —respondió el Lan.
Luego un beso cálido y apremiante por parte de Lan Zhan fue la respuesta más satisfactoria que Wei Ying podía esperar, si podía hacer feliz a su Lan Zhan él también seria dichoso, y quizás solo sentirse ser merecedor un poco de esa nueva vida.
YOU ARE READING
Los 30 de Wei Wuxian y Lan WangJi
Fanfiction30 drabbles acerca de la vida de Wei Ying y Lan Zhan algunos años después de que se volvieron esposos.