Los 30 de Wei Wuxian y Lan WangJi

Drabble #7: Desastre

Mo Dao Zu Shi no me pertenece, es de propiedad exclusiva de Moxiang Tongxiu.

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Manzanita sin duda era un animal de modales cuestionables y rutinas muy estables en lo que se consideraba su alimento y sus continuas botanas de manzanas. Por las mañanas pasada las diez de la mañana Wei Wuxian siempre se acercaba a darle su forraje y una cuantiosa cantidad de manzanas. Una rutina que no habían roto desde que se encontraban asentados en Gusu, era normal que los discípulos menores se acercaran a él con cautela a mediodía con zanahorias en una bolsa de tela, luego de haber alimentado a los conejos, dándole una botana de merienda, siempre recibiéndola con premura tratando de comerse los dedos de sus benefactores. El animal era ruidoso, molesto y se enojaba con facilidad. Sin embargo, Wei Wuxian seguía siendo su favorito entre todas esas personas que lo alimentaba, ¿Era algo así como su humano?

Manzanita aquella mañana del primer día de verano estaba inquieto, molesto y por sobre todo hambriento. El tonto humano de ropas negras no llegaba y pasaba el tiempo, salió del corral donde solía vivir con los caballos; animales tontos que obedecen todo lo que les piden.

Avanzó saliendo del establo, abrió la cerradura de madera con su hocico. De allí debía subir innumerables escalones, rebuznó buscando los ropajes negros habituales. El olor era débil entre todos los olores de flores silvestres, sin embargo, estaba allí, mezclado con el humano de ropajes blancos que solía robarse la atención de su humano. Aunque le daba manzanas y nísperos para que se alejara, no tenía quejas de eso.

Lo primero que encontró fue el hombre de pelo en su cara, le gritó como si fuera un demonio, el rebuznó más alto mientras embestía contra él, debía seguir buscando su alimento. No le importaba el resto...

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Wei Wuxian estaba cansado y hastiado, toda la mañana se la había pasado en Caiyi encargándose, del suministro mensual de la cocina y todo lo que era recurso para clases en el receso de las nubes, todavía podía escuchar los quejidos de Lan Qiren que debería dejar de vagar y encargarse de sus responsabilidades. La labor dada por el Lan más viejo le consumió todo su mañana y tarde, llegando cuando el sol estaba en decadencia. Lo único que logró obtener para él mismo fueron el suministro de manzanas para su burro.

Pero lo que encontró, no era lo que esperaba del ambiente de serenidad y majestuosidad del receso de las nubes. Los junior Lan corrían tratando de atrapar a Manzanita, quien corría como desquiciado. Lan Jingyi, tenía desgarrado la mitad de su túnica, mientras Shizui embarrado hasta la mitad de esta, y un grupo de Lan de la misma edad en persecución.

Rio en carcajadas sueltas y estruendosas, Manzanita prontamente lo localizó y fue corriendo hasta él, empujándolo levemente y mirándolo como si tuviera el ceño fruncido.

—Parece que hiciste de las tuyas, ¡tan desvergonzado como tu amo!

El burro no tardó en buscar en el bolso que tenía a su lado, engullendo las manzanas con rapidez.

Pronto en la entrada del receso de las nubes aparecieron Lan Zhan y su hermano Xichen, Lan WangJi se acercó a su esposo asintiendo en respuesta a su regreso.

—Volví a casa Lan Zhan —dijo sonriendo Wei Ying,

—Mn.

Lan Zhan abrazó a Wei Wuxian aún bajó la mirada de su hermano y de todo el desastre de Gusu, el calor de su esposo era todo lo que necesitaba.

Su hermano podría encargarse de su tío, solo quería a su Wei Ying.

El burro se alejó de la pareja, cogiendo la última manzana del bolso, satisfecho de encontrar a su humano y sus manzanas.