Drabble #4: Dulzura

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Mo Dao Zu Shi no me pertenece, es de propiedad exclusiva de Moxiang Tongxiu.

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El receso de las nubes se tiñe de colores cálidos y rojizos que Wei Wuxian no puede dejar de observar con admiración, en sus tiempos de juventud jamás pudo apreciar en su esplendor el aura de tranquilidad y familiaridad, sin embargo, ahora, sin peso sobre su pecho, o culpas y miedos en su cabeza imbuyendo su consciencia, podía considerar a Gusu su hogar y gozar de la tranquilidad que le ofrecía el hermoso paisaje de hojas amarillas cayendo de los árboles de ginkgo y begonias.

Wei Wuxian apoyó su cabeza sobre el tronco del árbol, viendo las hojas caer. Desde que se casó con Lan WangJi su vida se había vuelto aburrida y rutinaria. Calma y sin muchos cambios a su favor, usualmente acompañaba a su pequeño rábano de cacería con los otros Junior de la secta cuando Lan Qiren no le gruñía en la cara que estaba mal influenciando a las nuevas generaciones.

Cotidiano... Gusu era su cotidianidad, su núcleo familiar, aquello que hacía que su corazón se llenara de dulzura, después de muchos años de una vida errática. ¿Acaso se merecía eso?

Cerró los ojos dejándose llevar por la turbación de una memoria dañada, los días de otoño solían ser coronados por la melancolía. Los días en los tumultos funerarios era lo primero que venía a su mente, la imagen de Wen Qinq regañándolo, la del tío cuarto, la abuelita de Wen Yuan, y el sonido de los azadones trabajando la tierra en aquella desolada montaña. Todavía podía sentir la energía turbia del lugar en su piel. Y luego la negrura de la inconsciencia, se despertó con un suave olor a sándalo envolviéndolo, la calidez de un cuerpo tras el suyo, y el sonido de aves cantando con tranquilidad. Wei Wuxian levantó la mirada y vio a su esposo cargándolo y protegiéndolo con los brazos mientras se encontraba sentado, apoyando su espalda sobre el tronco del árbol donde él había estado, mientras él estaba acostado contra su persona. La túnica blanca y el calor de su esposo lo cubrían de la nostalgia del otoño. Se acurrucó como un cachorro junto a la fuente de calor, un corazón latiendo con fuerza. La vida de un hogar.

—Lan Zhan —susurró con cariño.

—Mn.

Wei Ying sonrió entendiendo aquel significado "Estoy aquí", y siempre lo estaría.

Ya no había Patriarca Yiling, solo Wei Ying y Lan Zhan, en aquel dulce otoño, donde el calor y el hogar eran su nueva realidad.

Los 30 de Wei Wuxian y Lan WangJiWhere stories live. Discover now