Cuando llego a su casa, fue duramente reganado por Ferie y Mack por su atrevimiento de irse de la casa sin avisar a esa hora, pero eso no le importo ni en lo más mínimo, ningún regano iba a quitarle la sonrisa de haber visto a aquel irken bailar de manera tan gloriosa y de haber tenido esa “conversación” con el. Revelándose cosas y llegando a hacer cosas que jamás había hecho.
Se fue a su habitación y lo obligaron a dormir, castigado por sus acciones. Se durmió con una sonrisa en sus labios.
-Mañana lo volveré a ver en la eskuela.-se dijo a si mismo antes de bostezar y quedarse completamente dormido.
¿Cuando tiempo había pasado desde que esos dos dejaron de odiarse?
Ninguno de los dos lo sabía, fue algo tan espontaneo. Con el paso del tiempo, lo intentos de Zim de apoderarse de la tierra, se fueron volviendo cada vez más débiles a tal punto donde ya ni existieron en primer lugar. Se veían en clases y en recreos, donde Zim se comunicaba con el sin necesidad de hablar como los demás lo hacían. Dib se fue acoplando con la compañía de su compañero, siempre lo hacía sonreírse cual sea las locuras con las cuales llegaba Zim a Molestarle.
Los chillidos y gruñidos que hacia Zim se fueron volviendo parte de su mente y ahora cuando las escuchaba, sabia inmediatamente de donde provenían.
De cierta manera, empezaron a ser mas…amistosos?.
Dib se sentía muy alegre con el de su lado, sentía, sentía que había vuelto en el tiempo a encontrarse otra vez con lo que era el amor, algo que había perdido hace mucho y Zim, por fin sentía que era querido y que alguien de verdad le importaba, se sentía con una autoestima muy por los cielos cuando se encontraba con el, se sentía todo poderoso e indomable, pero al mismo tiempo se sentía tan indefenso y con una cierta debilidad cuando el humado lo llamaba por su nombre, eran emociones que amaba sentir, pero que como efectos secundarios lo hacía sentir emociones que odiaba con toda su alma.
Sin embargo, pasaron tantas cosas entre ellos, que Zim ahora tenía más cosas que decirle…bueno, mas bien que quería decirle.
Y cada día que llegaba a su guarida se sentaba en aquel sillón mientras que Gir veía aquel programa del simio enojado y comía muchos nachos junto a su cerdito de peluche, este se sentaba a su lado con una libreta en mano y en la otra un bolígrafo mientras se le venían a la mente millones de ideas y planes que sabían que simplemente no iban a funcionar.
“como le diré esto a Dib-cosa si no puedo hablar?” pensaba Zim frustrado mientras mordía la punta de su bolígrafo.
-Amo!.-Gir lloraba como un niño pequeño y señaló a la pantalla con mucha pena.-el programa del simio molesto termino!. Que pena!.-y de inmediato, este puso un puno de queso derretido y tortillas en su rostro.-Quiere Nachos!?
-Ugh!.-Zim bufo y empujo esa asquerosidad lejos de su rostro y le puso un rostro furioso al pequeño robot y golpeo la libreta con su bolígrafo.
-Uhh!,Le esta escribiendo una carta a Mary?.-Gir miro aquella libreta llena de garabatos y manchones de tinta.-Viva!. ¡Yo sabia que usted amaba a ese muchacho! Jijijiji!.
Zim mostro un rostro enojón y al mismo tiempo un fuerte verde oscuro sobre sus mejillas, mientras se cruzaba de brazos y desviaba la mirada.
-usted le va a decir que usted lo ama?, cuanto lo ama señor?!. De seguro que lo ama tanto como sus dos altos se aman!.-Gir exclamo aplaudiendo alegremente.-y se besaras?!. Se besaran?!. Se besaran?!. Se besaran?!. Se besaran?!. SE BESARAAAAAAN?!...se besaran?
Zim miro a su asistente robot con sorpresa y luego asintió con orgullo, se negaba a perder y mucho menos rendirse ante algo como esto.
Le iba a decir a Dib como se sentía…pero no sabia como lo iba a hacer exactamente y aun tenida dudas de si esto saldría como quería.
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palabras Mudas//ZaDr//
Fiksi PenggemarDonde un irken que nació sin la capacidad de hablar llegar a la tierra y se encuentra con un humano fanático de lo paranormal y ese profundo y abusivo odio entre los dos se fue transformando en amor. "como es que le puedo decir que lo amo?. Yo no pu...