11 noviembre

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-Entonces te veo en casa. Supongo- comentó Sam colgándose su mochila, esperando que todo saliera bien entre esas dos.

- Sí, de todos modos no planeo que duremos mucho- Contestó seria Lía, seguía dolida.

-Bueno, en ese caso adiós- terminó por despedirse saliendo apresurada del salón. Le resultaba incómoda toda esa situación.

-Hola- fue el saludo de Liz cuando se acercó al pupitre de Lía después de 5 minutos esperando que todas salieran.

-¿Y bien?- preguntó esta mirándola con fastidio mientras se cruzaba de brazos.

-Mira, quería disculparme. No estuvo bien nada de lo que te dije. Sé que casi no te conozco y no tengo derecho a hablar así de ti además de que estuviste conmigo en un momento vulnerable para ti. Y realmente no sé qué decirte porque me comporte como la peor persona del mundo y no te mereces que te digan eso. Sé que te herí con lo que te dije no por el hecho de ser yo, sino mis palabras y créeme que no podría sentirme más arrepentida- terminó diciendo rápido y nerviosa.

-¿Lo dices por ti?-

-¿Cómo?-

-Que si lo dices por ti, mira, no soy estúpida. Conozco a Sam más que nadie y sé que le dolió verme triste y por eso estoy segura de que en algún momento habló contigo. Sé que por sus palabras estás aquí pero necesito saber si realmente sientes lo que dijiste o sólo lo haces por Sam-

-Por supuesto que lo siento, es decir, Sam habló conmigo pero ella sólo me hizo darme cuenta más rápido de lo que hice. Te juro que lo lamento, por mí, no porque ella me lo dijo-

-Está bien, te creo y aunque una parte de mi sigue dolida, te perdono- terminó diciendo colgándose su mochila y alejándose de la butaca.

-Espera. ¿Eso es todo?- preguntó confundida Liz agarrando también su mochila y alcanzandola.

-Sí ¿Esperabas algo más?- le dijo deteniéndose a mirarla.

-No, digo sí, o sea ¿Todo bien entre nosotras?-

-Si te refieres a que somos compañeras sin rencores pues sí, todo bien- terminó por decirle volviendo a caminar.

-Sí, bueno. Entonces ¿Hay algo que pueda hacer para compensarte?- preguntó sintiéndose incómoda porque todo terminara sin drama.

-El que te disculparas es suficiente- le dijo son detenerse, esperaba que Liz comprendiera y la dejara de seguir.

-Entonces ¿Amigas?- dijo poniéndose enfrente de ella con una leve sonrisa y la mano extendida.

-Lo siento pero no- fue la respuesta de Lía dejando a Liz confundida.

-P.pero ¿Por qué no?- preguntó aún con la mano extendida sin moverse de su lugar provocando que Julia tampoco se moviera-

-Mira, realmente me gustas así que no podría ser tú amiga nunca a menos que fuera en plan de conocernos sabiendo que podríamos llegar a ser algo más o bueno, eso hubiese sido antes, pero ahora no puedo. Sé que eres una chica de prejuicios y planeaba cambiar eso a medida que nos fuésemos acercando, pero para mí una persona que se burla de una familia rota como si nada es alguien sin corazón y ahí nadie puede ayudarte a mejorar. Me gustas, muchísimo, más de lo que deberías gustarme, pero me amo a mí misma por sobre todo y no quiero estar cerca de alguien que después de meses de acercarme siga pensando que soy estúpida, inmadura, mimada y me ve cómo la causa del rompimiento de mi familia sólo porque no se atreve a ver más allá- le dijo y sintió como si se le hubiese quitado un enorme peso de encima pero también sentía un enorme hueco en su corazón que succionaba toda su alegría.

Liz sólo atinó a quedarse callada ¿Realmente veía a Julia así? Si se lo preguntaba en ese mismo instante diría que no, pero si le hubiesen preguntado hace menos de una semana diría que sí sin dudar ¿Era tan ciega? ¿Jamás se había dado cuenta de que Juli era una buena chica hasta ahora? Si Sam no la hubiese confrontado tal vez incluso no estaría pensando en lo mal que se portó. No podía ser que necesitase la ayuda de los demás para darse cuenta de lo mal que actuaba ¿Era ella tan prejuiciosa? No lo creía, tenía una familia de mentalidad normal, que aprobaban ciertos comportamientos y estaban en desacuerdo con algunos otros, eran tolerantes y siempre conocían a la gente antes de hablar de ella, incluso odiaban los chismes de las personas porque siempre decían: "No es lo mismo como la conocieron ellos a nosotros, fueron otros años, contexto y humor". Entonces ¿Por qué se comportaba cómo una perra? Se sentía mal con ella misma y se dió cuenta que Julia no necesitaba una oportunidad, era ella. Pero a juzgar por cómo Julia se alejaba no debía buscar una ahora mismo. O quizás sí.

-Bienvenida- le saludó Sam desde el sillón que tenían como sala estaba revisando su Face en la computadora cuando escuchó la puerta abrirse. Juli no contestó sino que se dirigió a donde se encontraba Sam y sin decir nada se paró frente a ella causando que esta bajara los pies del sillón y pusiera su laptop de lado- ¿Qué pasó?- preguntó preocupada ¿Acaso Liz le había hecho sentir peor? Si así fuera no dudaría en golpearla. Hizo el ademán de levantarse pero Juli le cayó literalmente encima sin causarle un sofoco y la abrazó, Sam entendiendo el mensaje le regresó el abrazo y la hizo recostarse en sus piernas con su cara apoyada en su hombro y la dejó ahí mientras ocasionalmente una lágrima salía de los ojos de Juli. No hubo hipidos ni llanto, se sentía vacía ¿Por qué no podía tener una familia normal como sus demás compañeros? O aunque sea como la de Sam, ella había sido criada con amor y cómo una hija a pesar de que sus tíos y primos la educaron ¿Y por qué le dolían tanto las palabras de Liz? Deseaba no haberse enamorado. Quizás si no hubiese usado esos broches con brillo para sujetar su fleco o las blusas con pequeños estampados, incluso las lisas con decoraciones en los bordes o si no fuese tan dedicada con su caligrafía o sonriera tan bonito cuando tenía una respuesta correcta o apoyara la mano en la banca cuando se sentaba, tal vez, no se hubiera enamorado.

¡No soy lesbiana deja de insistir!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora