8 de noviembre

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6:00 a.m.

El parque sólo tenía a una pareja de ancianos en pans corriendo, Sam ya había llegado y vió a lo lejos como Liz se acercaba corriendo a su encuentro, ambas iban con ropa abrigada, a pesar de que eran principios de octubre el clima empezaba a enfriarse.

—No creo haber llegado tarde ¿Cuánto tienes esperando?— dijo a modo de saludo Liz.

—Eso no importa, hay un asunto que me urge discutir contigo— contestó seria Sam haciendo que Liz borrara su sonrisa .

—Pues dime, ya me pusiste nerviosa—

—Es sobre Julie...— empezó a decir Sam siendo interrumpida por Liz que rodando los ojos soltó:

—¿Tanto suspenso por ella? De haber sabido ni estaría aquí, ¿Tanto te costaba decirlo por mensaje?—

—Sí— afirmó ahora más molesta Sam— tenía que ser por aquí porque parece que piensas que Julie no merece la pena por el simple hecho de que está detras tuyo y no te queda claro que no la puedes tratar como basura, sino te gusta no me importa pero no deja de ser humana y le debes respeto—

—Aja, ¿Y tu discurso pro dignidad humana de qué viene?-

-Llámalo como quieras, pero sabes que hiciste mal, te enojabas porque decías que los demás estereotipaban a las personas y las hacían menos y eso es exactamente lo que estás haciendo, sólo porque Julie es popular la estás tratando de la mierda, se abrió a ti y sé que no era tu obligación aceptarla pero no tenías que ser tan hija de puta ¿Sabes algo de lo que tuvo que pasar antes de irse de su casa?- con cada palabra que decía levantaba la voz- Sí, lo sabes, porque incluso tus padres la acogieron ¿Qué sentirías tú si te echaran de la casas  por querer estudiar? Julie ama a sus padres y no necesita que ninguna pendeja le venga a decir una sarta y media de estupideces ¿Entendiste?-

Liz estaba muda, si  bien Sam no había utilizado muchas palabras antisonantes se podía ver como la furia emanaba con cada cosa que decía. Y ahora que escuchaba esas palabras en la boca de alguien se dio cuenta de que tenía razón, admitía que no le caía nada bien Julia pero no era razón para tratarla así. Resignada y soltando un suspiro habló:

-Tienes razón, realmente no me había puesto a penar en lo que dije y en como la trataba, no creo que me llegue a gustar nunca pero somos compañeras y lo que menos quiero es hacer sentir mal a alguien más, me disculparé con ella, y gracias por abrirme los ojos-

Sam la miró por unos segundos y luego con una pequeña sonrisa dijo - Ahora puedo ver un poco de la Liz que era mi mejor amiga- 

-Sí, tienes razón he cambiado un poco, y me siento mal por eso, pasaré por tu casa más tarde, ya sabes, para disculparme- 

-No creo que sea buena idea, Julie necesita un tiempo a solas, mejor ven mañana, es domingo y tenemos todo el día libre-. 

-Está bien, nos vemos- dijo dando media vuelta.

-Adiós- Dijo también despidiéndose Sam- Si las cosas siguen así definitivamente esas dos van a terminar juntas- se dijo a sí misma con una ligera sonrisa- Y cuando eso pase me encargaré de que me agradezcan como es debido-.

Una vez llegada a su casa se dirigió al cuarto de Julie, el departamento era chico, pero era cómodo, tenía un pequeña cocina pegada a una mini sala y los dos cuartos al frente, había una serie de departamentos que se rentaban en ese lugar y no estaban caros, Sam s ehabía ido de su casa con el argumento de querer vivir sola desde un año antes de la universidad y sus tíos habían aceptado, no les molestaba pagar porque sabían que Julie iría con ella, además de que ahora sólo la mantenían a ellas y sus primos les mandaban dinero a sus tíos.

¡No soy lesbiana deja de insistir!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora