↳ O3 |no exit

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〘 O3

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O3. SIN SALIDA

—Esto ya parece Times Square —argumentó Andrea, aferrándose al filo de la azotea y mirando hacia abajo. Estaban tan alto que veían a todos los putos caminantes de por lo menos, metros a la redonda.

—Eh, T-Dog, ¿has encontrado la señal? —inquirió Morales al moreno sentado contra la pared en el suelo, frente a Dixon mayor esposado.

—Igual que huele Dixon: fatal —contestó. Merle sacó su dedo índice en respuesta.

—Sigue intentándolo.

—Ellos no pueden hacer nada, nada de nada —murmuró Andrea, refiriéndose al resto del campamento.

—Es cierto, perdemos el tiempo —estuvo de acuerdo Lynn, que observó una última vez como los zombis se vagaban sin rumbo alguno por las destrozadas calles de Atlanta; no pensaba rendirse así de fácil, y mucho menos, como ya había mencionado, morir allí —. Deberíamos encontrar otra salida.

—Hay un grupo a las afueras de la ciudad —le explicó Morales a Rick, que andaba un poco perdido en cuanto a información de aquella gente desconocida —. No hay campamneto, eso solo es un suelo.

—Pues entonces coincido con Lynn —puntualizó Grimes, ladeando su cabeza en dirección a la pelirroja —. Hay que encontrar otra salida.

—Os deseo suerte. Tengo entendido que estas calles no son muy seguras —intervino Merle aburrido. Después, se fijó en Andrea a tan solo unos pasos —, ¿no es verdad, tetitas dulces? Eh, preciosa, ¿por qué no me quitas las esposas, nos vamos a algún sitio y echamos un polvo...? Como vamos a cascar...

—Lo prefiero —respondió asqueada sin siquiera verle. Lynn se acercó a Glenn y se sentó junto al coreano.

—¿Cómo lo ves? —preguntó al chico, fijando sus ojos en la mismísima nada.

—Jodido, la verdad.

—Vamos a salir de esta —sin embargo, Lynn parecía bastante segura cuando pronunció esas palabras.

—¿Y cómo estás tan segura, Ford? —quiso saber, llamándola por su apellido. La pelirroja le dio un golpecito en el hombro de forma amistosa.

—Veo algo diferente en ese tío —dijo refiriéndose a Grimes —, algo extraño. Quizás sólo sea una tontería, pero presiento que con su ayuda llegaremos lejos... qué sé yo, puede que hiciéramos bien salvándolo.

—Que la calle no es segura, es decir poco —la voz de Morales, llamó la atención de ambos. Glenn observó a su amiga detalladamente; según la joven, el coreano era una de las pocas personas a las que había dejado entrar a su círculo de afecto, y si ella decía que saldrían de aquella, Glenn confiaría. Porque si algo había descubierto, era que sus presentimientos solían ser muy certeros aveces: tanto, que asustaba.

𝙊𝙍𝙄𝙂𝙄𝙉𝙎 ▷ ᴅᴀʀʏʟ ᴅɪxᴏɴ; ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora