La llegada de la carta de la escuela de magia, Beauxbatons en Francia, había provocado que la inminente marcha de las dos mujeres Malfoy, se acelerará. La escuela de Magia en Francia comenzaba dos semanas antes que Hogwarts.
Draco se había convertido en la sombra de su prima, desde que se enteró que se mudaba junto a su tía a otro país, lejos de él, no se había separado en un solo instante. Estaba abrazado a la cintura de su prima y escondía su rostro en su torso, impregnándose de su olor. No quería olvidar su olor, estaría mucho tiempo sin volverla a ver.
-Draco ya tenemos que irnos, el traslador comenzará a funcionar dentro de pocos minutos -le dijo Aurore con dulzura.
-No, no quiero que se vaya -decía apretando el agarre en la cintura de Phoenix.
Phoenix suspiró con tristeza y abrazó a su primo, ella lo soltó al cabo de unos segundos y le dijo:
-No te preocupes, vendré en navidades, y te traeré muchos regalos.
Draco apartó su cabeza, la miró con los ojos entrecerrados y le dijo:
-No funciona, pero si no hay de otra -y se separó de ella.
Phoenix se agachó y se puso a la altura de Draco, le acarició la mejilla y le dijo:
-Prometo enviarte cartas, contándote todo lo que pase. Adiós enano -dijo despeinándolo. Él le sonrió y ella se giró para abrazar a su madrina.
-Cuídate, pequeña -la abrazó muy fuerte -Pórtate bien, espero que en esa escuela no haya niñas sangre sucia.
Phoenix forzó una sonrisa para abrazar a su padrino quién después de darle un largo abrazo, la sujetó de los hombros y le dijo:
-Hazle caso a tu madrina, y nada de novios, eres muy chiquitita, todavía.
-Pero si casi no hay niños en esa escuela -le dijo Phoenix riéndose.
-Bueno, me quedo más tranquilo así -le dijo Lucius tranquilizándose -Te extrañaremos pequeña, escribe todos los días.
-¿Todos? -dice Phoenix, al ver la mirada exigente de su tío, suspira y dice con una sonrisa -Si no queda remedio.
-Bueno, adiós hermano -dijo Aurore abrazando a su hermano. Quién al igual que su hijo había hecho con Phoenix, se llenó de ese olor a flores que su hermana poseía, se separaron y madre e hija cogidas de la mano, pusieron un dedo cada una alrededor de la taza de té descolorida, que sería el traslador que las llevaría a Francia.
El traslador despegó una luz, que hizo que los Malfoys restantes se taparan los ojos, en cuanto desapareció la luz, la casa se sumió en un silencio absoluto, que hasta parecía que nadie habitaba la casa.
Pov Phoenix:
En el Ministerio Francés:
Mamá y yo llegamos un poco tambaleantes, nos recuperamos y nos acercamos al mostrador de la recepción de aquel edificio. Mamá es la primera en hablar:
-Bonsoir, mon nom est Aurore Malfoy. Ma fille et moi, Nous avons d' arriver d' Angleterre. Pouvez vous Nous dire comment arriver à Montmartre?
-Oui, bien sûr -le recepcionista hizo más que explicarnos cómo llegar, nos llamó a un chófer del ministro y él nos llevó a dónde sería nuestro nuevo hogar.
Nuestro hogar era impresionante y estaba al lado de Sacré-coeur, era una mansión con una fachada con las paredes beige, tenía dos pisos, sin contar el sótano y el desván. Y lo más importante estaba a prueba de muggles mirones y cotillas. Aunque empezase la segunda guerra Mágica en el patio de la Mansión ellos solo oirían el piar de los pájaros y los arbustos también les dificultaba la mirada hacia la mansión.
YOU ARE READING
Una Veela Malfoy (Fred Weasley)
RomansPhoenix, ha sido criada de una manera completamente diferente a la que estaban acostumbrados en su familia, los Malfoys por parte de madre, y los Black por parte de su padre. Siempre ha tenido muy presente la ausencia de su padre, Regulus Black , fi...