Estar con EunBi había sido mi mejor experiencia.Ocurrió varias veces cuando a mitad del acto nuestras miradas se encontraban y el amor con el que nos veíamos sobrepasaba todo lo físico. Interrumpíamos el sexo para quedar una a lado de la otra embriagándonos del amor que desbordábamos.
Cuando tuvo que alejarse de mi me dio permiso e incluso insistió en que encontrara a alguien que me pudiera dar la satisfacción física que ella no me brindaba por estar separas.
Lo intenté, fue horrible.
La chica no dejaba de gritar, acabó con la poca excitación que había sentido por ella.
-Le diré a todos lo poca cosa que eres. No complaces a nadie con lo que tienes entre las piernas.
Las obscenidades que decía entre sus absurdos y ridículos gemidos fue la gota que derramo el vaso. Termine por empujarla haciéndola caer del otro lado de la cama para poder vestirme. No me intereso su estúpida amenaza, no era como si quisiera acostarme con cada mujer de la facultad.
Lo único que pude hacer para mi desahogo era agotar mi cuerpo en el gimnasio y de vez en cuando una paja mañanera, sobra decir quien la provocaba.
- ¿Cuánto tiempo pasaste en el gimnasio?
-Casi a diario.
Cree la fuerza suficiente en mi para mover a mi antojo el cuerpo de EunBi.
-No se te ocurra dejarlo.
-Lo que órdenes.
Estaba segura de que ella era la única mujer capaz de llenarme por completo.
Acariciaba su pierna mientras me adentraba en ella y mis labios besaban su cuello.
- Ahhh _____- metía sus dedos en mi cabello para acercarme más a su piel.
Los gemidos no cesaron durante varias horas en mi habitación. Queríamos recuperar todo el tiempo perdido.
Estábamos acurrucadas con la sábana cubriéndonos cuando el celular de Eunbi comenzó a sonar.
- ¿Si?...Si todo esta listo...Ok...Bueno no le queda hacerse el digno...Muy bien, a esa hora iremos, hasta luego.
- ¿Quién era?
-Mi suegro, no perdón, el abuelo de los niños. Lo siento amor es la costumbre.
-Está bien no te preocupes. Me gusta cómo te refieres a mí.
- ¿Cómo? -giro en mis brazos y acariciaba mi cabello.
-Que me digas amor y cosas así, sólo podía leerlo cuando me mandabas mensajes.
-Lo siento tanto, te hice esperar demasiado -me abrazo- después del viaje decidí que lo mejor era divorciarme tranquilamente para no dañar a mis hijos y a Jack, pero...todo se fue complicando - más que una explicación para mí, EunBi necesitaba sacar todo así que me dedique a escucharla atentamente - hizo un drama fatal cuando le conté sobre ti y la postura que había tomado, me hizo sentir tan culpable que casi desisto de mi decisión. Utilizó a los niños como escudo para evitar el divorcio, pero cuando le conté sobre Minho toda esa actuación de hombre dolido cambió, fue todo un perro después de eso.
Esperaba que hablara con cierto recelo de todo lo que tuvo que pasar, pero se mostraba en total calma.
-Amenazó con quitarme todo, incluso el derecho de ver a mis hijos. Quería echarme a la calle y al darme cuenta cómo podía llegar a ser estuve aún más decida sobre el divorcio, cuando empezó la investigación descubrí que tenía varias demandas por no pagar pensión alimenticia, tiene otros hijos con mujeres diferentes. No me molesto, incluso lo dejaría pasar con tal de que cediera al divorcio tranquilamente. Pero cuando revise el fondo que hicimos para los niños, dios. - salió de mis brazos y se sentó en la cama para dejar que su espalda tocara la cabecera.