Nadie con excepción de Yeji sabía sobre la condición de EunBi. Un día llegó a la casa sin avisarnos, Minjoo fue quien abrió la puerta, la forma en la que se quitó sus lentes de sol para escanear todo en mi hogar sigo sin olvidarla, después con una gran sonrisa comenzó a saltar tras ver a EunBi.
Hice prometer a Yeji que guardaría el secreto sobre EunBi, acepto con una condición, asistir a su fiesta de cumpleaños.
EunBi y yo hablamos sobre lo ridículo que era esconderse por siempre, tarde o temprano iban a saberlo. Además, estaba segura de que Yeji ansiaba ver de nuevo a EunBi, marcó miles de veces a su celular para cerciorarse de que en cada llamada dejaba una convincente suplica para que asistiera a su fiesta. Por supuesto EunBi terminó accediendo.
Sin duda íbamos a ser juzgadas duramente, nos habíamos alejado mucho de nuestra familia. De vez en cuando EunBi intercambiaba algunas llamadas y mensajes con Irene, lo necesario para hacerle saber que todo iba bien. Algunas veces me llegaban mensajes de mi madre, Jessica, preguntando sobre mi salud y recordándome que sin importar la estación en la que estuviéramos debía abrigarme por tener las defensas tan bajas; nuestras conversaciones abarcaron sólo esos dos temas después de que explotara cuando supo todo sobre mi relación con EunBi. "¡No puedo creer que me hayas ocultado esto!" ciertamente me calaba los huesos verla enojada y con las venas de la frente sobresaliendo por el coraje, pero mis decisiones estaban tomadas y no tenía que titubear frente a ella. Aún con el enfado presente, por medio de Irene y Seulgi hizo llegar elegantes cajas con ropa de bebé, "Es mi primera nieta, una Jung, recibirá lo mejor" esa y otras pequeñas tarjetas escritas a mano por su elegante pluma fuente de tinta dorada me hacían saber que debajo de esa frialdad que era normal en ella realmente estaba feliz por mí.
Llegamos a la casa de Irene, a juzgar por el uniforme era una de las meseras quién nos abrió la puerta y tan pronto como nos dejó pasar dio media vuelta y se marchó.
Al ser el cumpleaños de Yeji, por más que el resto nos diera una mirada desaprobatoria o murmuraran a nuestras espaldas, poco importaba su opinión. EunBi era la tía favorita de Yeji y la mayoría sólo eran una bola de lambiscones queriendo quedar bien con Irene y su familia, seguramente tendrían un sabor a vinagre en sus bocas por tener que guardarse todos sus comentarios.
Algunos familiares se nos acercaban para aclarar sus sospechas sobre el obvio embarazo de EunBi, pero ya esperábamos eso. Irene aún procesaba el segundo embarazó de su hermana, Seulgi estaba feliz después de que le dijimos el sexo de nuestra bebé y mi madre llegó con todo tipo de regalos que soberbiamente nos entregó para los niños y su futura nieta.
Conforme el tiempo pasaba fuimos pasando desapercibidas. Todos se concentraron en disfrutar de una agradable tarde en el jardín que pomposamente fue decorado por las Kang Bae.
Yo entre a la casa, estaba agotada por jugar con Minho en el castillo inflable, alejar a Junjae de los videojuegos, tratar de que Minjoo conviviera más y cuidar de EunBi teniendo que correr de un lado a otro por sus repentinas nauseas e inevitables antojos, sin olvidar que las dos miradas más frías de toda la familia me seguían en todo momento, asegurándose de que cumpliera debidamente con mis obligaciones con EunBi y mis hijos.Por tanto, me senté en un sofá dejando caer mi cabeza hacia atrás para descansar un poco.
-Cuando mamá se enteró sobre ti y la tía EunBi, hiciste que le salieran canas verdes.
-No sabía que Irene era tan aterradora, sólo llegó a llamarme la atención un par de veces por algunas calificaciones .
-Bienvenida a mi mundo... aunque estoy segura de que la tía Jessica es peor- Yeji se sentó a mi lado- me sorprende que no te haya matado cuando se enteró de todo. Dicen las malas lenguas que pensaba en negarte como hija.