O2.

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Lunes, conchetumare odio los Lunes, es el día que tengo más paja.

Con el Mati llegamos a la sala y solo faltaban algunos de nuestros compañeros para que la clase comenzará, una vez casi todos, llegó la profe Milena, la profesora jefe.
Primera hora; Consejo de curso, por lo menos no nos daban tan duro.

— Chiquillos—, Comenzó la Tía Mile. — Como saben, siempre los terceros medios deben hacer la despedida de los cuartos, ¿No?— Casi todos los weones respondieron "Siiii." Con paja.
— Bien, y como también saben, este año nos toca a nosotros, o sea, este curso y el tercero medio A.—

Yo personalmente no estaba prestando casi atención, la tía Mile nos había dado esta charla desde el año pasado, ella quería que fuera algo "lindo y que nuestros compañeros más grandes recordarán", las pailas pa mí. Me daba igual.

— ¿Tienen alguna idea para recaudar fondos?— Pregunto a viva voz la profe. Todos los sanganos nos callamos.

— Oe po, Sofi, ¿Me vai a contar que weá con el apéh de cuarto?— Preguntó el Mati, que se sentaba junto a mí, yo negué con la cabeza mientras una pequeña risita se me escapaba.

—Culiao sapo.— Le dije, y este frunció sus cejas haciendo un puchero.

— ¿Y si vendemos completos?— Escuché decir al Benja, un compañero de nosotros que era como "el payaso del salón" era divertido a veces, pero, otras se ponía re weón. Pero igual le caía bien a la mayoría.

— Es una gran idea— Mencionaron algunos.

— ¡Completos, Completos, Completos!— Empezaron los de un grupo golpeando la mesa, y la profe los hizo callar por jiles.

— Inmaduros.— Susurré.

— Completos será.— Dio por hecho la Mile, — Pero, ¿Quién quiere ayudar?— En ese momento ni un grillo pasó. Todos se callaron.

Luego de unos segundos que nadie decía nada la profe, suspiró. — Niños, por favor, no podemos dejar siempre todo a los apoderados, deben ser responsables y comprometidos, si dijimos que venderíamos completos, deberían todos estarse ofreciendo para ayudar.— Carraspeo — Son para reunir fondos, nada les cuesta.—

Pucha igual me daba la sad que la profe casi rogará, era re penosa esa weá. Pero yo ni cagando me ofrezco, la mea pera, nonono.
Por suerte, el Benja, la Cami, y la Kristel y otros más se ofrecieron, la profe sonrió y se tocó el pecho como diciendo: "esos son mis cabros".

— Excelente, lo demás es fácil. Podríamos cada uno traer algo, mañana les asignare que deberán traer.— Dijo la tía mientras, se sentaba en su escritorio, y empezó a pasar lista.

— Weona, yo quiero completo. — Mencionó el Mati.

— Vo queri vienesa.— Le dije en broma, y el hizo una cara de ofendido. — Yaa, ¿y que queri que le haga, ¿que te compre uno?— Cuestioné, el sacudió la cabeza diciendo que sí.

— Meh, ni siquiera se cuento van a costar, ni cagando.— Sentencie.

— ¡Profe!— Grito el Mati, captando la atención de la tía. — ¿Cuanto van a costar los tocomples?—

— Pucha, no sé.—  Dijo la profe mientras se peinaba el cabello.

— 1000 pesos y que sea con bebida.— Está vez yo me atreví hablar, todos estuvieron de acuerdo, hasta la profe. Yo sonreí orgullosa.

— Pero, ¿Quién va a ver la caja y lo de la plata?— Preguntó la Mile. — ¿Sofía, Matías, ustedes pueden?—

Yo negué con la cabeza pero ya era tarde, ya que, el Mati había dicho que sí. Por la cresta que pajaaaaaaaaaaa.

El culiao arrogante, ctmare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora