O9.

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Lunes por la mañana había llegado y yo no podía tener más paja que ahora.

Como habíamos dicho la semana pasa, hoy venderíamos completos todos los del curso llegamos con lo que a cada uno le tocó. La profe se notaba feliz, en su mirada podías desifrar su "estoy muy orgullosa, cabres", solamente porque todos cumplimos.

— Bien, ¿Cada uno sabe lo que hará?— Preguntó la Mile al curso. Todos asentimos.

Algunos niños se iban a encargar de hacer los tocomples, otros de entregarlos, y yo y el Mati de cobrar, ah.

La profe de pura wena onda nos dio la primera hora que nos tocaba con ella libre. El Mati que estaba junto a mí estaba de ataque porque le habían salido dos espinillas en la cara justo en los cachetes.

— Weón esto es horrible, me veo horrible.— El culiao junto a mi hablo y yo rodé los ojos.

— Mati, con o sin espinillas te vei precioso igual.— Lo regañe, pero éste seguía empeñado en verse en ese mini espejo que tenía en la mano.

— Pa mi que fue el copete del sábado.— Mencionó mi amigo, y ahora que él tocaba ese tema a mi mente vinieron todos los recuerdos.

Luego de que yo y el Ale hayamos tenido esa hermosa escena, ah. Me quedé junto a él no má, por una extraña razón no me sentía incómoda junto a él, ni siquiera cuando de vez en cuando nuestras manos se unían para pasar juntos por el montón de gente.
Cuando llegó la hora de irme con el Mati, el Ale nos fue a dejar, y ahí descubrí que el Ale no tomaba ni una pisca de alcohol, en ese momento me sentí re clota junto a él, ya que, igual yo estaba un poco pasa de tragos.
Cuando nos despedimos me dio un beso en la mejilla y me susurró en el oído "— No te olvides de lo que te dije.—" Con voz ronca y yo podría jurar que me mojé, ah. El domingo no hablamos casi nada porque yo y el Mati lo único que queríamos era mimir.

— Sofi, despierta, recreo maraca.— Escuché hablar a mi compa y yo reaccioné de mi transe, reí un poco y junto a mi castaño amigo nos fuimos a recreo, hoy hacia calorcito así que, con el Mati buscamos un lugar en el patio donde hubiera sombra.
Al rato llego la Coni, la cual al parecer tenía mucho que contarnos.

— Ya Coperra, suelta la legal.— Empezó el Mati. — ¿Con quién te comiste en el carrete que ni siquiera te encontramos weona?, No estabas por ninguna parte. Llegue a pensar que te raptaron.— La Coni al escuchar a nuestro amigo rió negando con la cabeza.

— No me raptaron saco weá, pero..— Vi como mi amiga relamía sus labios. — Me comí con el Xino.— Sentenció.
Yo y mi amigo no pudimos abrir más los ojos y la boca porque no nos daba no má, el Mati chilló y en seguida tapo su boca con su propia mano.

— ¿Cómo que te comiste al Xino?— Susurró sorprendido, yo no decía niuna weá porque la sorpresa era tanta que ni siquiera podía hablar. La Coni solo asintió.

— Si weón, nos comimos, pero pasa algo más.— Mencionó la castaña, yo me pase cualquier rollo de mi amiga, y al parecer el chico junto a mí también porque lo último que dijo fue;

—¡¿Hiciste la follación con el Xino?!— Y la Coni le pegó un guate negando con las mejillas rojas.

— No, ay.— Suspiró, la Coni se tapó la cara yo supuse que era por la vergüenza, el Mati y yo nos miramos, puse mi mano en la espalda de mi amiga dándole ánimos.

— Ya tranqui, ¿que es más importante po amiga?— Hablé.

La Coni se reincorporó y habló; — Es que, a mí me gusta el Xino, me gusta mucho po weones.— Comenzó a explicar. — Pero creo que para él, fue algo sencillo, que su compañera de curso y el se comieron en su cumple no má. Y eso me duele un poco.— Finalizó. 

El culiao arrogante, ctmare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora