O5.

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— ¿Que te paso Sofi?— Preguntó el Ale, cuando deje de caminar y me quedé parada con mis brazos cruzados por sobre mis pechugas viendo a la maraca de la Andrea.
El Alexander siguió mi mirada, de seguro para ver que era lo que yo veía, pero no entendió la weá.
— Oye po.— Volvió a decir. Yo ahí reaccioné y lo miré, él tenía una ceja alzada con cara de duda.

Yo negué, — Ay, no nada.— Dije mientras caminaba de new. Mi contrario hizo la misma acción que recién, paso su brazo por mis hombros, y cuando lo hizo nuevamente la Andrea se acercó a nosotros.

— Hola Alexander.— Escuché la voz de la Andrea, má fea. Espera, paren todo. ¿El Ale se conocía con la perra Andrea?, mish.
Sentí como el Ale se tensó cuando la maraca llegó.

— Hola..— Dijo el chico casi abrazado a mí, la perra frente a mí me ignoro, tampoco era mi deseo que me saludara así que, oc.

— Yo.. te llamé.— Mencionó la rubia.

Yo fruncí las cejas, conchetumare, esa manera de verme la perra porque me vio con el weón esté, la manera del Alexander de tensar se, la maraca lo llama. ERA LA EX CONCHEMIWELY, o quizá una acosadora, ah.

— Ah, es que, ayer estaba ocupado.— Respondió el Ale, era mentira, te está evitando perra culiá, tenía unas ganas de sacarle la lengua a la maraca, pero no sabía si mis suposiciones eran correctas.

El timbre salvo al Alexander, y ni siquiera se despidió de la Andrea que empezamos a caminar más rápido que la chucha, un paso de él eran como 4 míos.
Me solté de su agarre, — ¿Que weá te paso?— Pregunté yo.

El Alexander se rascó la nuca relamiendo sus labios, estaba nervioso el weón, entonces si es la ex. Yyyyyyyy Sofi la detective, ah.

— No nada— Respondió, se acercó a mí y beso mi mejilla, dándome la espalda para irse, — Má rato nos vemos.— Yo me quede ahí parada en shock.
El culiao me había dado un beso en la mejilla, ¿que se cree?, ni permiso le he dado, elliaaaaa.

(....)

— Mierda, mierda y triple mierda.— Dijo el Mati en el segundo recreo yo le había contado toa la weá que me había pasado con mi papi, y mis sospechas que la perra Andrea sea la ex del Alexander, a mí no me importaba ese weón, pero igual mi mente malévola trabajaba, ah. — Pero, ¿El tío Leo, ta bien?— Preguntó mi amigo, yo asentí. — Bacán, la mea bola con la Andrea y el Ale.— Mencionó.

— Si weón, la perra me miraba como si me fuera a ahorcar ahí mismo.— Dije.

— Oye sofi.— Llamo el Mati. — ¿No será que a vo te atrae el Alexander?— Preguntó, yo le pegué un guate, negué altoke.

— Como se te ocurre saco weá, ¿por qué según tú me atrae?— Está vez yo cuestione el encogió sus hombros viéndome con ojos chinos.

— Te conozco desde que somos cabros chicos, y como que, hablai del Alexander, de una manera distinta.— Defendió su tesis. Yo alce las cejas.

Nuevamente, negué. — No me gusta ese culiao. Quizás pensai eso porque ayer fui media pesa con él y ahora me cae un poco mejor, por el favor que me hizo, eso es no má.— Me defendí, el Mati asintió no muy convencido al parecer, yo suspiré.

(....)

—¿Queri poner música?— Me preguntó el Ale, después del colegio se ofreció a llevarme como ayer y yo acepté porque hacía calor y no quería irme a pata.
Asentí ante su pregunta. Me paso su celu cuando paramos en un semáforo y también me pasó un cable. — Conetalo y pone música de Spotify.— Mencionó.

El culiao arrogante, ctmare.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora