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Todo estaba oscuro, el miedo se apoderó del cuerpo de Mariposa. A su alrededor todo eran sombras oscuras y aterradoras. Un escalofrío recorrió el cuerpo de la aprendiza. De pronto, todas las sombras se desvanecieron dando paso a unas paredes de un líquido pegajoso, denso y oscuro. Sin que Mariposa se hubiera dado cuenta, una gata similar a ella había aparecido delante de la joven. Al principio pensó que sería su reflejo, hasta que la extraña gata abrió los ojos, los cuales eran azules y gélidos. Mariposa intentó hablar, pero de repente notó que no podía respirar y que se encontraba en una gran extensión de agua. Pudo ver por última vez como la misteriosa hembra gris la fulminaba con la mirada hasta que todo se tornó negro.


Un pinchazo en el vientre hizo que Mariposa despertara con un grito ahogado. Ante ella estaban Osezno y Rayo mirándola con asombro. La aprendiza supuso que habían presenciado como se movía en su lecho mientras soñaba. Osezno pareció tranquilizarse al ver que se levantaba y se aseaba mientras que Rayo simplemente volvió a dormir.

-Buenos días... - saludó ella mientras la luz del alba le cegaba la vista -. ¿Qué hace Rayo durmiendo otra vez? Pues sí que le gusta dormir...

-Eh, creo que tal vez tienes razón -. dijo divertido su amigo -. Pero resulta que acaba de volver de una patrulla por las fronteras. Deja que descanse. Y hablando de patrullas... Corazón de Carbón quiere que vayamos con él y Mirada Cristalina a hacer una patrulla por la frontera con el Clan de la Sombra, dice que tal vez nos encontremos a algún guerrero y pueda darle un mensaje de parte de Estrella Aguda.

-Bien. Pues entonces, ¡en marcha!

Ambos salieron de su guarida y se acercaron a los dos guerreros. Corazón de Carbón saludó a los aprendices con un gesto y los cuatro se encaminaron a la salida del campamento.

-Er, Mirada Cristalina, Osezno y yo no hemos comido nada...

-Tranquila -. respondió sereno sin apartar la vista de los árboles -. Cazaremos algo por el camino. Así Osezno y tú podréis experimentar que se siente al cazar.

Mariposa asintió y creyó notar una leve sonrisa en los labios de su mentor.

Tras unos minutos, llegaron al Árbol de la Lechuza, y los dos mentores dejaron que sus aprendices cazaran libremente, aunque Mariposa supuso que los estarían observando. 

Dejando a un lado sus pensamientos, la aprendiza solo se concentró en escuchar a la naturaleza. Tras un instante olisqueando la tierra, la joven gata notó el familiar olor del campañol. Ese olor le hizo la boca agua, pero se concentró para acabar de una vez por todas con aquella presa. Sin embargo, al avanzar por el bosque la aprendiza vio que Osezno había atrapado a aquel campañol. Aun así, Mariposa no se dejó llevar por la decepción y volvió a olfatear y a aguzar el oído para poder, al fin, cazar su primera presa. 

Mientras la aprendiza avanzaba lentamente, vio algo que le llamo la atención, un ratón. No era muy grande, pero sería suficiente para saciar su hambre. Lentamente, Mariposa avanzó hasta el pequeño cuerpo, y de un rápido zarpazo, acabó con la vida de aquel animalillo. La aprendiza notó un cosquilleo de triunfo por todo el cuerpo y volvió a ir en marcha al Árbol de la Lechuza. Los tres machos la estaban esperando y cuando llegó, los cuatro gatos empezaron a comer aquellas deliciosas presas.

-Bueno, creo que es hora de emprender la marcha otra vez -. dijo Corazón de Carbón mientras se levantaba y se relamía los labios.

Los cuatro gatos se pusieron en marcha hacia el sendero atronador, y cuando estuvieron cerca, Osezno y Mariposa notaron un acre olor. Ambos miraron a sus respectivos mentores en busca de respuestas. Pero antes de que pudieran preguntar, Mirada Cristalina respondió a su pregunta con antelación.

-Clan de la Sombra... 

Los Gatos Guerreros, La Profecía Nocturna, Entre la MalezaWhere stories live. Discover now