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A Mariposa no le gustó aquel olor tan acre. Manto Moteado le había explicado cuando era muy pequeña que el toque acre de su olor lo daba el hecho de que estuvieran al lado del sendero atronador y de sus monstruos. Mariposa se preguntó como serían aquellos gatos. Los veteranos siempre habían descrito a los guerreros del Clan de la Sombra como a guerreros despiadados, sangrientos, fuertes y temibles. La joven aprendiza deseaba ver si en realidad eran tan temibles como Garra Rota los describía. Mariposa se dio cuenta de que los guerreros la estaban esperando y echó a correr tras ellos. 

Cuando la extensión de árboles terminó, Mariposa vio una gran extensión de un material gris y de apariencia dura. Antes de que pudiera abrir la boca, algo enorme y de pelaje metálico pasó por delante de la aprendiza, veloz y desprendiendo un olor asqueroso y acre. Cuando el susto pasó, Mariposa supuso que aquello era un monstruo. Aquellos ojos brillantes, aquel pelaje metálico y de colores extraños, aquellas garras, era imposible que fuera otra cosa.

Al volver a concentrarse en la situación, la aprendiza se encontró con tres gatos desconocidos delante de su patrulla. Aquellos deberían ser los guerreros del Clan de la Sombra. Garra Rota tenía algo de razón, eran grandes, tenían unos grandes omóplatos y aspecto amenazador. La joven gata gris creyó ver a Osezno sorprendido por aquellos guerreros. Mariposa distinguió que el gato dorado debería ser un guerrero, y que la gata rubia y la gata azabache debían ser aprendizas. 

-Buenos días, Corazón Leonado -. saludó con frialdad Corazón de Carbón -. ¿Qué hacéis aquí?

-Hola, Corazón de Carbón, Mirada Cristalina y... quienes seáis -. respondió el guerrero dorado -. Veníamos a hablar con Estrella Aguda.

-¿Y estas aprendizas debían acompañarte? - dijo burlón Mirada Cristalina, aunque Mariposa supo que su mentor seguía tan sereno como siempre.

Mientras los guerreros discutían, Mariposa se fijó en lo parecidos que se veían Corazón Leonado y Mirada Cristalina. No pudo evitar intentar reprimir un escalofrío ante esa idea.

-Estrella Lunar ha pensado que esta experiencia sería buena para Golondrina y Zarpa de Pétalo.

La aprendiza observó como el lugarteniente de su clan hacía una expresión interrogante. Al parecer Osezno también había notado eso, pues Mariposa pudo ver como se le movían los bigotes de la risa.

-Bueno, nosotros os acompañaremos a nuestro campamento -. gruñó Corazón de Carbón fulminando con la mirada a Osezno.

Los siete gatos volvieron al campamento rápidamente y en silencio. Cuando llegaron al claro central, el lugarteniente hizo un gesto para que nadie se asustase y avisó a la líder para que los recién llegados pudieran hablar con ella.

Mientras los forasteros hablaban con Estrella Aguda, Mariposa no pudo evitar pensar que necesitaban decirle, o, aún mas, que debía decirles la sabía líder del Clan del Trueno.

Mariposa siempre había admirado a Estrella Aguda, siempre había estado ahí (literalmente). Sabía que había algo en ella que incomodaba a la líder, pero nunca supo el qué. Notaba como esos profundos y vidriosos ojos azules la fulminaban.

Mariposa oyó unos pasos acercándose a ella, Zarpa de Víbora se encaminaba a ella con un dos tordos en la boca, tan sonriente como siempre. La gata gris se moría de ganas de preguntarle a su amiga que había ocurrido en la Asamblea, y aquel era un buen momento.

-Oye Zarpa de Víbora, ¿ocurrió algo ayer en la asamblea?

-Bueno... - empezó la aprendiza -. Sí que ocurrió algo.

<Todo empezó como una asamblea normal (supongo). Yo estaba muy emocionada, así que me puse a hablar con los otros aprendices que había en los cuatro árboles. Cuando fue la hora, los líderes se subieron a la Gran Roca y empezaron a hablar de todo lo que había pasado en la anterior luna. Pero cuando fue el turno del Clan del Río... Como supongo que sabrás, la líder del Clan del Río es muy veterana, pero lo que dijo fue... ¿cómo decirlo? Estrella Rápida anunció que se retiraría como líder, pero por lo que me contó después Tronco de Roble, para hacer eso ella... debía desaparecer del mapa...>

-Entonces, supongo que de eso quería hablar Estrella Aguda con el Clan de la Sombra...

-Supongo...

La aprendiza gris vio como su amiga se terminaba su presa y se alejaba en dirección a su guarida. Pero mientras miraba como Zarpa de Víbora se marchaba, una serie de escalofrío recorrieron su cuerpo.

-Algo malo va a pasar... - susurró.

-¿Mariposa...?

Los Gatos Guerreros, La Profecía Nocturna, Entre la MalezaWhere stories live. Discover now