La tierra es nuestro cementerio

Capitulo 12

Me desperté temprano, no estaba Abidim, mire en el cuarto de mi hermano tampoco estaba, solo estábamos Mert y yo. Mire por la ventana y escuche una melodía, era Darío tocando la guitarra, estaba más tranquila, pero segui buscando a Abidim, estaba en la cocina preparando el desayuno, le iba a saludar. Pero alguien me tapó la boca, en ese momento se me paró el corazón, creí que era mi padre, pero no, era Mert, el cual me abrazó.

-Buenos días -me susurraba- ¿te asusté?

- No

-¿Segura?

-Por supuesto, no me das miedo.

Me besó y se sentó en la mesa. Mientras yo llamé a Darío.

-Darío, el desayuno está lis...

Vi a un hombre cogiendo a mi hermano. Estaba cabreada, me abalance sobre el, de pasó tiré a mi hermano al otro lado, me puse a darle puñetazos en la cara a aquel hombre, el solo repetía el nombre de Agustín Suymagan, lo contrató mi padre. Le di un puñetazo definitivo en el estómago, escupió la sangre de su boca y se tocó su nariz medio rota. Me levanté del suelo y levanté a mi hermano que tenía un corte en la ceja, ese matón había pegado a mi hermano, me alegré de haberle partido la nariz, ese hombre cogió su moto y se fue. Me dolía los nudillos, mi hermano me abrazó y salieron Mert y Abidim, Mert vio mis puños ensangrentados y pregunto si había botiquín, me llevo al sofá y me vendo los nudillos.

-Tenemos que irnos de aquí o sino nos matarán cuando menos nos lo esperemos.

Todos asintieron, desayunamos y recogimos nuestras cosas.

Ya en el coche. Abidim estuvo conduciendo durante cuatro horas.

D -Oye y si...¿paramos en algún lado para comer?

M -Si y para ir al baño

Ya que todos nos quejamos,paramos en un Burguer. Mert salió escopeteado hacia el baño. Y mi hermano se puso a ligar con una cajera. Era guapa, rubia, ojos azules, todo un bellezón.