Las cortinas blancas se movían de manera tranquila, como las olas del mar en plena calma, chocando con la ventana de un color hueso, la brisa cálida de una mañana en Japón entran por aquella habitación donde dormía Kim Namjoon, pero este día era diferente, él cumplía 20 años, ya todo un adulto ante la sociedad, la puerta fue abierta, pero está no sirvió pues el de cabellos castaños aún dormía.
La madre de Namjoon entró en la habitación, en una mano tenía un ramo de flores y en la otra una pequeña bolsita de color rosa pastel, con pasos tranquilos fue hasta la cama de su pequeño, lo miró con ternura, se acercó dejando un beso en su frente, lo suficiente como para que esté abriera sus ojitos, lo primero en su campo de visión fueron aquellas rosas con algunas gotas adornando sus pétalos, sus mejillas se tiñieron de color carmesí.
Sonrió dulcemente a su querida madre quien le extendió la bolsita -Feliz cumpleaños amor.
Se sentó tal cual niño pequeño, tomo está con ansias, antes de abrirla abrazo a la mujer que tenía enfrente, dejando fluir todos los sentimientos en aquel bonito abrazo, eran tan iguales que encajaban como piezas de rompecabezas, después de separarse Namjoon abrió el regalo, mordió su labio inferior.
Dentro había otra cajita, la abrió, dejando a la vista un bonito collar con su inicial, adornado de flores blancas, al instante, el joven amo ese pequeño detalle, una ve más abrazo a su madre quien gustosa correspondió.
-Mi bebé, aunque pasen los años para mí siempre serás mi pequeño Namjoon, ¿quieres ponértelo? - preguntó refiriéndose al collar que su hijo miraba con su brillo en los ojos.
Asintió, dejo su cuello a disposición de su madre quien puso el collar, ya listo el castaño se dió la vuelta dejando ver como se veía aquel bonito accesorio que combinaba con su piel blanquecina.
-Se te ve hermoso- dijo su madre- bueno, vístete, tu padre tiene varios lugares para que hoy te la pases en grande mi amor, feliz cumpleaños.
Lo abrazo, pero ahora con más amor que nunca provocando aquella dulce sonrisa que su pequeño siempre tenía cuando estaba feliz, poco después su madre salió de la habitación dejándolo solo, el moreno se levantó estirándose en el acto, fue hasta el espejo para mirarse, amaba aquel collar con el alma.
Fue a la ducha para tomar un baño, después se vistió con una camisa blanca, arriba de esta una azul de cuadros, pantalón de mezclilla rasgado de sus rodillas y unos tenis rojos. Se miró por última vez al espejo, seguro bajo para ir con sus padres.
La pareja, también bien vestida, esperaba a su hijo quien bajo las escaleras sonriéndoles. Una vez donde ellos su padre lo abrazo.
-Mi muchacho, estás tan grande que parece que apenas ayer aprendías a caminar.
La nostalgia era notable, lo que eternecio el corazón del castaño quien miró feliz a su padre, la mañana le sonreía apesar de no estar en su hogar, una vez salieron del hotel caminaron calles abajo para ir a desayunar, el joven se deleitaba con los árboles de cerezo, las calles siendo alumbradas por el sol, la familias, adolescentes. Parecía que Japón era así todos los días.
Su celular sonó sacando al castaño de aquella burbuja tranquila, sacó este de su bolsillo, eran unos mensajes de sus mejores amigos que desde Corea le mandaban la mejor de las suertes. Abrió estos sonriendo al leerlos.
Jungkook ✨
Namjoonie hyung feliz cumpleaños, espero este pasándola al máximo allá, ¡lo quiero mucho!
Jin 🔭
Namjoon ah, espero que estés bien, aquí te extrañamos, yeotan más, ese perro está por toda la casa buscándote, en fin, felicidades por un año más, quiero muchas fotos de ti gozando japón, ¡te amo Minnie!
Taehyung 🍂
¡Namjoon!,espero la mañana este agradable, estoy feliz, un año más en mi vida, y en la de los demás chicos, te queremos demasiado, diviértete, mucho mucho. Adiós cumpleañero. 💜
Guardo el celular nuevamente, aunque extrañaba mucho a sus queridos amigos sabía que ellos querían que estuviera bien, así estuvieran lejos, miró como sus padres entraban a un restaurante, apresuró su paso entrando detrás de ellos, el lugar tenía una estética artística, además de que el olor a café inundaba aquel lugar, aspiro suspirando, si algo amaba era el café.
Se sentó a un lado de su madre, al cabo de unos minutos una chica de cabellos negros llega para atenderlos, le entrega las cartas, agradecen y las leen.
-¿Ya decidieron?
Asintieron al mismo tiempo, Namjoon hablo primero pudiendo los hot cakes con forma de Rilakkuma y helado napolitano. Sus padres pidieron café negro y algún postre además del desayuno, la joven después de anotar todo se llevó las cartas dejando sola ala familia.
Hablaban sobre cosas triviales, o más bien, recordando al pequeño Namjoon quien se sonrojaba ante todas las travesuras que hacía de niño. Unos minutos más tarde llegó su comida, cuando la chica puso el plato frente a Namjoon, sus ojitos se abrieron como platos, pues su desayuno lucía bastante adorable.
Le tomo bastantes fotos sabiendo que pasarían años para tener algo así de hermoso, sus padres sonrieron ante la ternura de su hijo, cuando terminaron, el padre fue hasta la caja para ir a pagar su desayuno mientras que Namjoon no paraba se agitar sus pies, estaba bastante emocionado, cosa que alegraba a su madre quien parecía tener una sonrisa eterna en su rostro.
El señor Kim llegó unos minutos después -¿Listos?
Asintieron casi al mismo tiempo, se levantaron agradecieron por el servicio y salieron del lugar, el menor iba un poco más adelante que sus padres, la emoción lo hacía caminar más rápido, había tiendas por montón, además de que en las calles había un delicioso olor a comida, no conocía la mayoría de platillos, pero sin duda era fan de los dulces japoneses.
De vez en cuando se paseaban por las tiendas dándole la libertad a Kim de comprar cuántos dulces quisiese, el de cabellera castaña pensaba mucho en sus queridos amigos, así que llevaba algunos para ellos, además de peluches que sabía era la afición de todos, incluyéndolo.
Ya era tarde, así que para terminar su día con broche de oro, lo llevaron a un parque de diversiones bastante accesible, ya que se encontraba en un inmenso bosque, claro que su acceso estaba restringido, pero, no valía la pena averiguar por qué.
Sus ganas crecían más y más, corrió hacia la atracción que llamo su atención, la famosa "sombrilla", donde las sillas estaban a cierta altura del suelo ofreciendo una vista de todo japón, no había mucha fila, así que el menor subió con rapidez, una vez sentado su madre algo preocupada se acercó.
-¿Estás seguro cariño?,es muy, alto - dijo con preocupación recibiendo una sonrisa de su pequeño que la tranquilizó un poco.
-Estaré bien, siempre quise subirme a esto.
Asintió ya más tranquila, su padre apretó su brazo, le gustaba que su hijo experimentará cosas nuevas, un sonido chirriante anuncio el inicio del juego mecánico, el estómago del castaño se revolvió, sintió cosquillas que lo hicieron cohibirse en su silla. Pues estaba lejos del suelo, todos parecían hormigas.
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Audaz. ❀ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐍𝐀𝐌
Romance20 años son la edad para comenzar la adultez de manera fresca, con experiencias, dejando la "inocencia" en la etapa de la adolescencia, puede que Namjoon sea un caso diferente. Él aún es inocente. Recién cumplidos, sus padres deciden llevarlo a Japó...