✿ 12 ✿

396 55 14
                                    

Jimin caminaba delante de los menores, Seokjin siempre frente a ellos, sí era honesto, ese muchacho no le daba mucha confianza, sí, se veía como un humano común, pero también sabía que los demonios engañaban. Y eso era más confuso.

En un punto dejo de caminar, los menores no se dieron cuenta chocando con la espalda de Jin quien los miró por unos segundos para después volver la mirada al frente, el grisáceo se giró sobre sus talones y sonrió.

—¿Qué es lo que buscan?¿Salir? —cuestionó mirando como el que parecía ser mayor de los menores habló.

—Estamos aquí porque un amigo nuestro fue secuestrado, es, algo alto, levemente moreno, hoyuelos y cabello castaño.

Park mantuvo un semblante sonriente, aunque en el interior pensó rápidamente en Namjoon, claro, no cualquiera de adentraria sólo porque sí. Ladeó su cabeza pensando, Seokjin lo analizó, el mayor negó fingiendo compresión.

—Pero, les recomiendo que se vayan, aquí no es seguro —metió las manos al bolsillo de su pantalón negro esperando que estos se rindieran.

—Eres uno de ellos, ¿no es así?, nadie andaría por aquí si es tan peligroso, en ese caso, ¿usted que hace aquí?

Cerró sus puños al pensar que el grisáceo había secuestrado a Namjoon, pero antes de cometer una estupidez se contuvo, el mayor aplaudió soltando una risa despreocupado. Jin tensó su mandíbula, maldito cínico.

De un momento a otro dejaron de sentir sus extremidades, como si tuviesen cuerdas en sus cuerpos, Jin intentó moverse sin lograr éxito alguno, Taehyung miró al menor quien mostraba aquellos ojitos de bambi con pequeñas lágrimas, trato de moverse para al menos tomar su mano. Quedó atónito al ver al grisáceo rodear la cintura del castañito quien soltó pequeñas lágrimas.

—Oh bebé no llores, verás que esto tendrá un beneficio —lamió las lágrimas de su blanquecino rostro, Jeon cerró sus ojitos y Taehyung apretó la mandíbula matando con la mirada a Park. — este es el trato, yo me quedaré con él, si logran encontrar a su amigo los dejaré ir, de lo contrario morirán.

Seokjin maldijo internamente, sin quitar un ojo de los movimientos que hacía, Jungkook podía moverse, pero no tuvo oportunidad de escapar cuando estaba apresado por los fuertes brazos de Jimin quien sonreía, aquella inocente alma lo tenía loco.

—¡Mierda Seokjin haz algo! —gritó Taehyung, no soportaba mirar como el menor era tratado así, como un objeto.

Park rio roncamente, en un abrir y cerrar de ojos ya no estaba, ni Jungkook, sólo así Seokjin y el avellana consiguieron moverse, el menor buscó al más pequeño con la mirada, corrió al borde de los caminos alterado, Jin lo miraba mientras una rabia incotrolable recorría sus venas, frente sus ojos se llevaron a Jungkook y no pudo hacer nada para evitarlo.

Taehyung dejo de buscarlo, entendía que era inútil, cayó de rodillas al suelo mientras sus puños golpearon con algo de fuerza el piso, el silencio los invadió, uno bastante incómodo que sólo ponía los mentes de los chicos en juego, ahora dos vidas estaban en peligro, el bosque era inmenso y ambos era tan concientes que la culpa era grande.

Volvió con Taehyung para intentar calmarlo, y él también calmarse, a su mente venían cosas malas, si Joon no aparecía, no sabía que cosa le esperaba a Jungkook, abrazo al avellana quien levantó la vista mirando los ojos dolorosos de Jin, correspondió este, no era tiempo de ponerse así, sino pensar.

—Jin hyung yo lo siento, es sólo que —el más tarde interrumpió al menor quien dejó de hablar.

—Según recuerdo, estos fantasmas dejan un tipo de rastro, un aroma o algo así.

Taehyung comenzó a olisquear en el aire, a sus fosas nasales llegó un ligero hilo de frutos rojos, arrugó su nariz extrañado, Jin busco con la mirada, nada, pronto los frutos rojos también se apoderaron de su aire, siendo lo único que olían.

Entonces Seokjin reaccionó, la desventaja de su magia, es que los olores de mortales se elevaban cuando mostraban felicidad, el pelinegro recordó que Namjoon tenía ese ligero aroma, abrió los ojos con demasía, el avellana miró al mayor confundido, bastó unos segundos para entender.

Namjoon estaba cerca.

Park seguía levitando mientras llevaba con él el cuerpo del castaño quien se movía utilizando todas sus fuerzas, ni todas sus horas de kick boxing o gimnasio podían igualar la fuerza de aquel demonio, sus párpados pesaron, ya no aguantaba más.

El ente dejó de moverse de golpe despertando al más pequeño quién miró a su alrededor, como si de un conejito se tratase con grandes ojos, analizando lo bonito que era el lugar, comparando a lo sombrío de hace unos minutos.

—Bien bebé, aquí te quedarás tú —dijo de pronto soltando al castaño quien sintió su alma volver a su cuerpo, estar en brazos de un demonio era todo menos lindo.

—Disculpe, yo, ¿por qué me secuestro?, déjeme volver con mis amigos por favor.

El grisáceo río roncamente mientras echó su cabeza hacia atrás, Jungkook tomó distancia del más grande quien sólo reía con ironía, por un momento olvidó que estaba con un demonio quien lo materia en cualquier momento.

Y no era el momento para estúpidas preguntas, suspiró mientras se cruzaba de brazos, de golpe Park dejo de reír para prestarle atención al más pequeño.

—Oh conejito no te enojes, nadie dijo que te mataría o algo así, es ya es anticuado, recuerda que tenemos un juego.

—¡Mentiste!, ¡¿Tienes al menos una idea de cómo deben estar preocupados mis hyungs?! —y a la mierda todo, Jeon enojado olvidaba que hablaba con el mismo presidente y podía ser honesto en cuanto algo le enojaba.

Pero no duró mucho, pues su rostro ya se encontraba entre los largos dedos de Jimin quien tenía una sonrisa sacarrona en su rostro, quería escupirle, pero su parte racional aún lo dominaba un poco, Park estaba bastante cerca de su rostro.

¿De aquí a cuándo los demonios eran tan apuestos?, negó ante sus pensamientos, giró su rostro para no hacer contacto visual con el ente, sinceramente lo ponía nervioso y terminaría haciendo algo incorrecto.

—Sí primor, sé que ellos está que se mueren, son como ratas en una caldera al rojo vivo, ¿eso lo hace divertido, no crees cariño?

—M-Maldito —se golpeó mentalmente al darse cuenta que tartamudeo, parecía un niño asustado, cosa que no quería precisamente.

No se dió cuenta cuando nuevamente sus rostros estaban frente a frente, ahora la mano del mayor rodeaba su cintura, aquella sonrisa se volvió una peligrosa, y hasta cierto punto sensual, dios, si no se tratara de el mismo satanás Jeon ya lo hubiese besado.

Y vaya que no lo hizo esperar, pues ahora sus labios estaban unidos, Jimin movía sus belfos con gracia, como su estuviesen bailando, Jungkook tenía el rostro más que rojo, tratando de seguir aquel buen beso.


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 24, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Audaz. ❀ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐍𝐀𝐌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora