¿Ayudarlo?, Namjoon confundido frunció el ceño haciendo un mohín, el demonio soltó algo simulado a una risa sorprendiendo al moreno, tal vez, no eran tan malos. Sintió la manos del ente tomar las suyas, eran menos frías llevando estás al borde de la máscara nuevamente.
—Eres...eres el primero que verá mi rostro cachorro— susurró, algo había cambiado y el moreno no sabía qué era lo que tenía frente suyo.
No tuvo tiempo de pensar cuando sintió que sus manos se movían, siendo guiadas por el espectro quien sentía unos ligeros nervios, dios, parecía humano. Los movimientos se detuvieron y Namjoon cerró los ojos, pensamos que sólo era un truco para matarlo.
—¿No mirarás?, Siento frío cachorro.
Suspiró, de todas formas no escaparía de ahí al menos que fuese encontrado por más demonios y mataran en el intento, abrió lentamente sus ojos, ya por completo visualizó el rostro frente suyo. Sin ninguna arruga, ojos levemente grandes, oscuros, labios delgados y algo rosados, además de su respignada nariz, ¿en qué momento los espectros eran apuestos?
Hoseok al ver la expresión de Kim dió una pequeña sonrisa —¿Tan feo soy?
Namjoon negó con rapidez, ahora un sonrojo surcó sus pómulos, Jung sintió calidez, ternura por aquel tímido moreno, llevo su mano a la mejilla del contrario acariciándola, por alguna extraña razón eso logró calmar a Kim quien se iba a desmayar.
¿Era un enfermo por considerar a un demonio apuesto?
—¿M-Me matarás?
—¿Por qué lo haría?— levantó una ceja, la cara de confusión de Namjoon era cómica.
—No lo entiendo, ¿Qué hago aquí, por qué me secuestraste?
Jung soltó un suspiro, decirle su plan inicial haría que el tierno moreno le tuviera más miedo del que ya, sin una palabra más se acercó a Namjoon, tomó su mentón, teniendo una distancia bastante corta, nuevamente se sonrojo.
—Haces muchas preguntas cachorro, pero no te mataré, tampoco soy humano, si quieres vivir quédate conmigo— dicho eso beso la frente del menor quien quedó congelado en su lugar, había sentido calor de unos labios que no tenían sensación alguna.
Antes de desaparecer, sintió la mano del moreno detenerlo, volvió a él.
—¿Cómo te llamas?
—Hoseok— dijo para después desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.
Sin saber dónde estaba, camino más adelante, era de día, a lo lejos visualizó la cama donde había dormido, sin muchos ánimos fue hasta ella, antes de sentarse escucho unos jadeos de dolor. Se giró en busca del dueño de estos encontrándose al de cabellera grisácea tocarse la espalda dónde habían grandes heridas, como de un animal salvaje.
—¡P-Park!, ¿estás bien?— se arrodillo frente a él, el mayor sonrió al ver la moreno, con sólo mirarlo estaba bien- esto fue mi culpa, déjame ayudarte.
—Ah Joonie estoy bien, solo tuvimos una pequeña discusión.
El piel canela negó, tomó del brazo al mayor quien se dejó guiar a la cama donde unos días antes durmió, vió que sacaba un pequeño frasco además de unas cuantas vendas, Park sonrió.
—¿Por qué cargas eso?
Un sonrojo estaba en los pómulos del menor, Park sentía que su corazón explotaría por lo tierno que era aquel humano.
—Yo tiendo a ser un poco torpe, así que llevo cosas básicas por si me lastimo— dijo avergonzado, se posicionó detrás de su espalda para untar la pomada.
Jimin alzó el rostro al cielo, estaba azul, el sol se colaba entre las hojas de los grandes árboles, ¿hace cuánto que no veía el cielo así?, miró el suelo, que también de cierta manera tenía color, y no esa neblina que era la alfombra de sus pies. Todo cambió, y de una forma hermosa.
❀
La señora Kim estaba sentada en la cama de su hijo, la rosa en su regazo, ella miraba el balcón, era un día hermoso, sea donde sea que estuviera su bebé, él ocasionaba que los días no fueran una tormenta, y más para ella.
Pues su marido la golpeaba con más constancia, ya no lloraba, no emitía sonido cuando el mayor le daba golpes en zonas sensibles. Cada tarde iba a la habitación de su hijo, pues la rosa era la única que con silencio le acarició.
La puerta se abrió de manera algo tosca, la mujer guardó la rosa rápidamente en uno de los cajones, se levantó para mirar a su marido quien estaba bien vestido, con un traje negro que no veía desde que Namjoon se graduó.
—La prensa está allá abajo, y tú aquí con las mismas ropas, ¡cámbiate!— gritó, después salió azotando la puerta, la castaña bajó la cabeza soltando un suspiro.
A su marido sólo le importaba la prensa, jamás le importo su hijo, dónde estaba o con quién. Salió de la habitación para ir a la que compartía con el señor Kim, se cambió no tan formal, bajo las escaleras, él ya hablaba ante varios micrófonos, evitando repuestas que tenían que ver con Namjoon.
Ella no tenía el humor, sólo agachaba la cabeza rechazado las preguntas, después de casi media hora estar soportando aquel sofocante infierno, subieron a su habitación, cambiaron sus ropas, la castaña estaba dispuesta a irse a la habitación de su hijo cuando la voz de su marido la detuvo.
—Es probable que pasado mañana volvamos a Corea, le diremos a los detectives que cerramos la investigación, así que, guarda tus lágrimas para mañana cariño. Las necesitarás— dijo con cinismo, se acostó el la cama y prendió la televisión.
—¿Te oíste Kim Suk?, no me iré sin mi hijo, vete tú si quieres.
El mayor se incorporo sentándose en la cama, miró con rostro expectante a la castaña quien tenía decisión de no hacer lo que su marido le ordenara.
—Sí, pero él tuvo la culpa, le advertimos y aún así el muy idiota decidió ir, parece que es genética, ahora lárgate que mañana iremos temprano.
—No.
—¿Qué dijiste?— se levantó acercándose a su esposa, tomó su mentón con brusquedad— no te pregunté, es una orden.
—Y-Y mi respuesta es no, adelante, golpéame, pero no cambiaré de opinión.
El mayor jaló de su mentón para estrellarla contra el marco de la puerta, que dejó bastante aturdida a la castaña, aún así, no se quejó, apretó la mandíbula y cerró sus puños que estaba en suelo.
—¡Zorra no te estoy preguntando, parece que te encanta provocarme!— pateó su abdomen, obligando que se pusieran en posición fetal para aguantar los golpes.
Dos golpes más bastaron para que dejara de golpearla, se hecho el cabello hacía atrás soltando un suspiro entre dientes, se cambió la ropa, tomó su cartera y sin aviso salió del cuarto dejando a la castaña en el suelo, quien trataba de no llorar o quejarse del dolor.
Poco a poco se levantó, se sostuvo el estómago, ardía, pero no le importo, caminó con pasos torpes a la habitación de su hijo, fue hasta el balcón y se apoyo para mirar el bosque. Reunió todo el aire que sus pulmones le permitieron.
—¡Namjoon amor, se fuerte!
Cómo tarde una eternidad en actualizar hoy les traigo dos capítulos bubus, una disculpa por no estar activa. Pero, aquí está un regalito.
Mañana habrá actualización, espero que les esté gustando. Adiosito bubus. 💕
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Audaz. ❀ 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐍𝐀𝐌
Romance20 años son la edad para comenzar la adultez de manera fresca, con experiencias, dejando la "inocencia" en la etapa de la adolescencia, puede que Namjoon sea un caso diferente. Él aún es inocente. Recién cumplidos, sus padres deciden llevarlo a Japó...