11¤ Prueba

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Independientemente de la opción que tomaste no pudiste conservar el buen sueño. Te levantas de malhumor, y dicho estado aumenta cuando intentas ingresar en el baño y escuchas a tu tío protestando, de nuevo está él con su problema de intestinos, pero no piensas en cometer la misma estupidez de ir a la escuela sin arreglarte, pues ahora tienes a Crush.

Tienes... Esa palabra taladra tu corazón.  Te deja al borde de la depresión.  La escena de ayer no te deja digerir la tostada con mantequilla que tu madre te ha preparado, desechas la idea de tomar lácteos pues sientes que estás a punto de vomitar.

Finalmente, después de unos eternos quince minutos tu tío sale del baño y lo primero que hace es quejarse de su problema intestinal y le pide a tu madre que le lleve al hospital.  Por lo visto el pobre está peor de lo que habías imaginado.

Pero no tienes más tiempo que perder, te aseas dignamente, arreglas tu cabello (cuatro pelos o lo que tengas) y sales disparado de tu humilde morada.

El timbre suena cinco segundos después de que entraras al salón.  Estás fatigad@, pues has tenido que correr como todo embravecido y eso que la escuela está un pelín lejos.

Te tiras sobre la silla, buscando el oxígeno que perdiste y solo entonces te percatas de algo. ¡Crush está ausente! Normalmente siempre llega antes que tú y siempre está agarrad@ al celular, sonriendo cada poco tiempo.

Extrañas su presencia.

No llega...

-Crush no ha venido porque está resfriado. 

Así informa el tutor de la clase, un tipo alto y corpulento/ mujer bella y con esbeltas curvas.  El único personaje que hasta ahora te ha hecho plantearte la idea de si enamorarse de Crush ha sido la más brillante idea.

Tras una mañana admirando el digno trasero de nuestr@ profesor/a, agarras tu merienda, pero antes de salir te detienes y observas el asiento de Crush. Entonces te planteas algo, ¿y sí visito a Crush?

-Oye.

Una voz rompe tus coloridos pensamientos.  Te giras y te topas con un agujero apodado Nini, la única amistad que parece tener Crush. Nini te está mirando raro.

-Tenemos que hablar. 

Antes de que puedas siquiera saludarle, te agarra y te arranca del salón, y te arrastra por los pasillos hasta que se oculta tras la sombra de una de las escaleras de la planta baja.

-¿Qué sucede?

No estás de muy buen humor que digamos y menos después de verle la cara al que quizás es tu rival.

-Ayer nos viste, ¿cierto?

Te quedas mud@.

No importa que opción tomarse, no has escapado del destino de ser atrapad@...

Quizás tratas de mentir, quizás aceptas con descaro, no importa, Nini te acorrala contra la pared. Te mira ceñud@.

-¿Qué es lo que sabes? - Te cuestiona con tono cortante.  Sus pupilas parecen adagas atravesando tu ser.

Opciones:

1-¿A ti que te importa?

2-No sé nada - Le devuelves su mirada asesina.

3-Más te vale que me dejes en paz o se lo digo a la directora. 

4-Es hora de poner las cartas sobre la mesa, ¿Qué eres tú de Crush?

5-Lloriquear cual nena en agonía y suplicar piedad.

6-¿Qué?
Tu lado gamberro sale a la luz en ese instante.  El comportamiento del desconocido, además de su enigmática relación con Crush prende una llama en tu interior.
Le agarras del collarín de su camisa y antes de que pudiera siquiera parpadear, taladras su estómago con un puñetazo. 
Se arrodilla frente a ti, sollozando de dolor. De sus ojos se desbordan lágrimas.  Anómala se vuelve su respirar.

Ai, ai, qué complicado es el amor [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora