21¤ Prueba

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-Crush, señorito Crush.
Llama la profesora con demanda varias veces, hasta el ausente Crush, centrado en sus pensares, se digna a mirar a la mujer. Nula es la emoción en su expresión. Se frota los ojos con dos de sus dedos, dejándolos más rojos de lo que estaban. Dos grandes ojeras yacen bajo sus ojos. Es visible que nada ha descansado últimamente. 
-Necesito que me traigas el mapa del mundo de la clase 3D que queda en la segunda planta.
Crush parece tener mucho que demandar al respecto.  Mira a los demás, quizás buscando a alguien que decida con todo gusto el suplantarle, pero nadie se digna a tomar ese gesto. De hecho parece que a todos la idea les parece muy tediosa. Tú, eres quizás la única persona que aceptaría gustos@ en acompañarle, pero la cuestión es que la profesora solo ha pedido a un solo alumno la tarea, lo que es absolutamente lógico.  Uno se bastaba para traer el ligero mapa de papel.
-¿Sucede algo?
La profesora, la cual seguía con sus explicaciones en la pizarra, se detuvo para ver una vez más a Crush, aún sentado en su lugar. ¿Habría pensado que se olvidaría de su pedido? Llegaste a pensar, viéndole ciertamente curios@.
Soltando un casi inaudible replicle que viene acompañado del nombre de la profesora, Crush se alza y abandona el lugar.
La clase transcurre con normalidad. Te permites atender por un instante.  La ausencia de Crush te deja un vacío, pero también te permite concentrarte mejor en clase.
-¿Crush no se está tardando demasiado?
Cuestiona un muchacho al tiempo 
Toda mirada se concentra en la silla vacía. 
Han pasado quizás más de veinte minutos desde Crush se ha marchado.
-Que alguien vaya a buscar a su compañero. 
-Yo iré. 
No tardas en ofrecerte, pero escondes tu emoción lo más perfecto que puedes.  Tampoco te interesa que todo el mundo sepa de tus sentimientos, ya que si esta no termina en nada quizás pasarías a ser la comidilla de muchas bocas y no estás dispuest@ a soportarlo.
Tras la aceptación de la profesora, abandonas el aula y llegas al final del pasillo, donde tomas las escaleras para abajo, llegando a la segunda planta.
Recorres la mitad del pasillo. A través de las ventanas la luz radiante del sol se filtra. Allí abajo el patio de piedra está cubierto de hojas amarillentas, rojizas y violetas y los árboles están totalmente desnudos.
Perdid@ en esa imagen, repentinamente escuchas voces. A dos personas teniendo una conversación, entre estas la voz de una mujer se alza detonando enfado. 
Te acercas al final del pasillo y te asomas a las escaleras que llevan más abajo, allí, compartiendo escalon, se encuentran Crush y una mujer elegantemente vestida. No una mujer cualquiera, sino la directora.
-Mi hijo está muy grave.  No despierta -Dice la mujer entre dientes, conteniendo rabia, frustración, dolor...
Crush no expresa más que seriedad. Apenas mira a la mujer. No parece estarle dando novedad alguna.
-¿Por qué me dice eso? Yo no conozco a su hijo, así que...
-¡Cállate!
Te quedas de piedra al ver la bofetada que le da a Crush. En ese momento te arde el cuerpo. Ha sido muy violenta.
-¡Sé cuánto le odias! ¡Conozco ese maldito odio injustificado!
Comienza a zanzarrearlo con violencia hasta que Crush se aleja.
-No me toque, directora.  Ese comportamiento no debería tenerlo la mujer que gobierna una institución de menores.
La cosa parece solo ir a peor.

Opciones:

1-¿Pero qué le hace a Crush?
Aparecer en escena con toda intención de proteger a Crush.

2-Dar pasos en falso en el suelo fingiendo que alguien se acerca.

3-Seguir escuchando la conversación. 

4-Regresar a tu salón y decirles que no has encontrado a Crush.

Ai, ai, qué complicado es el amor [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora