29¤ Prueba

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Han transcurrido meses desde que el hijo de la directora ha permanecido en cama sin mostrar cualquier señal de un día llegar a despertar.
Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina, aunque quisieras sentirte emocionad@ por ese hecho no puedes evitar preocuparte al ver a Crush.
Es en múltiples ocasiones que te saca el tema del joven. Se culpa y se apoda a sí mismo como el peor espécimen sobre la tierra, pero tú siempres procuras animarle culpando a la directora, pero últimamente eso ya no le aliviaba en lo más mínimo.
-No quiero vacaciones... Me la paso en ese apestoso lugar... - Comentó Crush déjandose caer sobre el césped del patio escolar.
Su comida permanecía envuelta en el papel de plata y no parecía tener cualquier interés en probar bocado.
-Podríamos salir de vez en cuando. Siempre que puedas y quieras.
Nini... Una razón más pars preocuparse. Desde aquella ocasión, en la que trató de persuadir a Crush de que no pusiera sus esperanzas en ti, no ha vuelto a acercarse.  Lo veís a veces por los pasillos, pero es apenas una casualidad. Ni siquiera saluda a Crush. Quieres creer que se ha dado por vencid@, pero no puedes estar tranquil@ tampoco en ese aspecto.
El tiempo sigue fluyendo y con ello las tan ansiadas vacaciones llegan. Estás presente en el último día, junto a Crush una vez más en la soledad del rincón del patio.
-Podríamos salir mañana.
-No sé...
Sus ojeras eran preocupantes. No había estado durmiendo bien, pero ese era un hecho que no te ocultaba, te lo había comentado en otra ocasión. 
En sus sueños el hijo de la directora aparecía para ensombrecer su vida, diciéndole que le atormentaría por el resto de sus días.  Un sueño que se presentaba a diario, privándole del sueño. 
-¿No quieres dormir un rato? Yo estaré junto a ti en todo momento.
Crush sonríe. 
-Me alegra tenerte a mi lado.
Se acuesta en tu regazo. Tus caricias le ayudan a alcanzar el sueño.
Uno que se extiende por vanos minutos. Crush despierta muy nervios@, sumamente sofocad@ y apenas puede respirar.
-Crush...
Justo a tiempo, para Crush, el timbre resuena, su perfecta excusa para volver a clase y no tener que negar tu preocupación. 
En clase, la cabeza de Crush cuelga de su mano, después abre los ojos y se fuerza a mantenerse despierto. Ese hecho ocurre varias veces en el transcurso de las clases.
-Las clases pronto terminarán, así que ya podrás dormir.
Comentó el graciocillo de la clase al descubrirle y las carcajadas se extendieron por el lugar, pero de Crush no hubo respuesta o reacción.  Nada le importaba las tonterías de sus compañeros. 
-Espera, voy un momento al baño - Le dijiste a Crush a la hora de marcharse. 
-Está bien, te espero abajo junto a los casilleros.
Tras diez minutos en el servicio, fuiste a reunirte con Crush.
-¿No ha dormido bien últimamente, Crush?
Tras una pared, asomad@ pudiste ver la escena de la profesora y Crush, frente a frente.
El/la estudiante no dijo nada, ni siquiera sostuvo la mirada. Quiso ignorar la existencia de aquella mujer. No se sentía con el derecho de echarle nada en cara.
-¿Va a seguir actuando de esa forma?
Nini apareció en escena. Sonreía como de costumbre, con esa burla propia de su persona. 
-Me parece que usted debería mantener el pico cerrado, directora. 
-¿Cómo dices? Usted no tiene...
-Tengo mucho que ver, directora. Amo a Crush y por él/ella voy a luchar contra usted y todo aquel que se presente. 
Crush parecía un tanto sorprendid@, no tenías la certeza de si era por su repentina confesión o la justicia que había dicho que pretendía hacer. 
Como un escudo, de ese modo se paró frente a Crush.
-¿Acaso cree que no sé nada? ¿Que me presentaría frente a usted sin algo con que pueda dañarla?
El rostro de la profesora se modificó.  ¿Temor? No sabías.  El caso es que algo había influido en ella.
-¿Cómo dices? Mira, no sé de qué está...
-Tengo consciencia de que su matrimonio con su marido es legítimo desde antes del nacimiento de Crush, lo que significa que la directora ha estado siendo muy mala con su marido. 
-Eso no es...
-¿Cierto? - Nini avanzó, luciendo la burla más placentera de la historia - Conozco a su marido y sé que no es la clase de persona que daría a su hijo en adopción, así que no trate de engañarme. Mejor manténgase como hasta ahora, directora. 
-Puedes amenazarme cuanto te plazca, pero no permitiré que vuelvan a lastimar a mi hijo.
La mujer abandonó el edificio, dejando tras de sí a Crush con la tristeza adornando su rostro.
-¿Estás bien?
Nini quiso tocarle el rostro, pero Crush se alejó antes de que llegara a rozarle.
-Gracias por ayudarme, pero preferiría que no nos viéramos más...
-¿Es porque ahora tienes novi@?
La crudeza volvió a su rostro. 
Crush negó.
-Nuestra relación está manchada por un pecado muy grande.  No te estoy culpando, pero... Yo...
-Crush.
Nini plantó sus manos en ambas mejillas de Crush y le miró muy de cerca.
-Tenemos que estar juntos. Estamos hechos el uno para el otro. Olvida a todos los demás, sólo me necesitas a mí. 

Opciones:

1-Notas que Crush parece estar dudando. Le quieres, pero no estás dispuest@ a rogarle su atención.

2-Yo te quiero.
Aparecer en escena con la esperanza de que Crush te elija.

3-No puedes obligarle a permanecer a tu lado. No te ama.
Ha llegado la hora de frenar definitivamente a Nini.

4-No eres capaz de aparecer, ni tampoco de moverte. Apenas las lágrimas son la única parte que se mueve en ti. Tus sollozos se escapan incontrolables. Crush no te quiere... Así crees.

Ai, ai, qué complicado es el amor [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora