Capítulo 8

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AVISO:

Siento mucho la demora, ya tenía este capitulo escrito pero estaba muy insegura de si debía publicarlo o no, modifique algunas cosas y ha quedado más largo, debido a su contenido, lo he dividido en dos, y aunque  NO todo el capítulo contiene drama, este tendrá un anuncio de advertencia para que ustedes decidan si continuar leyéndolo o no, si deciden no hacerlo el siguiente tendrá menciones de lo que se saltaron en este, muy breves pero lo suficiente para entender un poco la situación. 

No agregó más advertencias porqué eso sería dar spoilers, así que simplemente les comentó que nunca había escrito algo tan fuerte hasta hoy, pero tuve una razón para hacerlo y desde que la idea de está historia apareció en mi mente, esto era lo que tenía que pasar.

Ambos capítulos son flashbacks

Eliza. 

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Flashback

Parte 1 de 2

"Pequeña oruga"

-Wanda...  - Suspiró Visión el nombre de su amada una vez que regresó a la altura de sus labios.

-Hmmm... - Siseo Wanda aún recuperando el aliento.

-Te voy a extrañar. - Confesó Visión con voz más clara.

-Yo también y mucho mi Vizh.

-Un mes es mucho... - Respondió Visión abrazándola aún más fuerte a su cuerpo.

-Lo sé, pero volveré antes de que te lo imagines.

-Esta bien, te creo, tú siempre cumples tus promesas.

-Si, y si no mal recuerdo, te prometí que esta noche haría que no te olvidarás de mi durante un mes.

Visión sonrió en respuesta mientras veía a Wanda cambiarlos de posición, el sobre su espalda y ella subiendo a su regazo con una sonrisa cómplice.

-Querida yo jamás me olvidaría de ti, así estés en otro planeta durante un mes.

Wanda se sonrojó por el cumplido, justo como lo hacía desde el primero que recibió de él e incluso aunque ya eran esposos.

Ella entró en él, ganándose un sonido gutural de placer que pudo escucharse en el eco de su habitación, Wanda ya no habló más, no era necesario. 

.
.

Cinco semanas, cinco semanas eran treinta y cinco días, que a su vez eran ochocientas cuarenta horas, y también eran en realidad cincuenta mil cuatrocientos minutos y contando... sin ella, sin su esposa, y Visión podía seguir conviertendo el tiempo, una por su habilidad matemática era sencillo hacerlo y dos porqué las ansias de verla de nuevo podían más que relajarse.

Para el lugar a donde iba, el vuelo que Visión tomó sólo estaba disponible en clase turística y para su desgracia, no le había tocado el asiento del lado de la ventana, así que distraerse mirando el paisaje no era una opción.

Suspiró de nuevo sin importar que ya lo hubiera hecho 5 minutos atrás y cinco antes de eso, y también ignorando la mirada reprobatoria de la persona de lado.

Igual no le importaba que pareciera un pesado, pronto vería a Wanda y eso era lo que importaba.

Pero a pesar de su malestar por su ausencia, Visión estaba muy orgulloso de Wanda, pues sin importar nada, él siempre había querido que ella fuera la mejor del mundo en lo que hacía y en definitiva lo estaba logrando.

Lazos (en Pausa) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora