Las barreras de los recuerdos

Encrucijada

PETE
Me quedé titubeante, confuso, las punzadas en la cien no cesaban, era horrible, simples palabras, lo suficiente como para generar ese gran dolor, no solo en mi cabeza, también en el pecho, mi respiración se agitaba. Caí en el suelo totalmente sin entender lo que sucedía, solo escuchaba una voz preguntándome si todo estaba bien, muy borroso pude notar una sombra yéndose, alejándose y extendí mi mano para alcanzarlo, pero me desvanecí, todo se torno negro.

Poco a poco se podía ver una luz muy débil, estaba en otro lugar, en esa carretera tan familiar, la misma que había visto anteriormente. Sin embargo, esta vez veia muy poco, pude notar que alguien a lo lejos me observaba, alguien estaba abrazándome, pero no pude ver quien era. Era él, ese chico que me había dicho esas palabras, fue breve pero pude notar algo en su rostro, sus ojos sin reflejo, como si no viese lo que estaba ocurriendo. Un auto negro estaba destruido y ese chico estaba ahí parado. Alguien que nunca había visto estaba ahí, una persona más en esta gran encrucijada que eran mis recuerdos.
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Una luz tenue se veía a lo lejos, pronto pude ver una luz blanca, tratando de que mi viste se acomode a la luz cerré y volví a abrir los ojos, estaba en una camilla en una habitación bastante espaciosa en alguna parte del hospital. A mi lado una mesita en donde se ubicaba una carta:

>“Hola, quería dejarte esta carta, soy la chica de la cafetería, espero que te recuperes. Al parecer te sentías mareado y te desmayaste, llame tan pronto como pude a emergencias, quería ir contigo, pero necesitaba estar en la cafetería. Mi nombre es ChiAim, espero que te mejores pronto”<

Muy pocas veces me dejaban cartas, pero de alguna me trajeron una nostalgia increíble, pero eso no dejaba que mi confusión en mi mente quede pasmada, haciéndome confundir mas de lo que aun ya estaba. Si ese chico estuvo el día del accidente, ¿Quiere decir que él también sabe lo que me pasó? ¿Sabe lo que sucedió ese día? Todo lo que se estaba uniendo y estaba cobrando sentido, ahora parece dispersarse por una ventisca, me enoja, me confunde demasiado.

Ahora de algo estaba seguro, la encrucijada se basa a partir del accidente el cual me provocó la perdida de memoria, sin embargo ¿A qué se refería ese chico con decir que si pude obtener lo que quería? No lo sé, no lo recuerdo, no lo recordé, ni tampoco tuve algún reflejo al respecto.

- Pete Pitchaya, ¿No es así? — el doctor vestía con la bata, era alto y de un rasgo de extranjero, me regresó a la realidad interrumpiendo mis pensamientos.

- S-si, soy yo

- Bien, solo tuviste un mareo por recordar algo bastante fuerte, al parecer provocado por una herida en la cabeza, alterando el sistema nervioso y provocando que decaigas. De ahora en más ten mas cuidado, deben ser recuerdos muy fuertes, por lo que cada vez que se vengan esas imágenes fuertes a la cabeza te provocaran un mareo. Bueno, eso es todo, solo tiene que firmar el acta y puede irse.

- Muchas gracias, pero tengo una pregunta si no le molesta… — tenía qué preguntar a alguien, sé que puedo contar con Tin y Can, pero algo me hacia pensar que ellos al no poder decirme nada e incluso no decirme nada de lo ocurrido, tal vez si hablaba con él…

- Si, dígame — dijo firme el doctor mirándome a los ojos.

- Si usted perdiera sus recuerdos y recuerdo un pequeño fragmento, pero hay una que es muy contundente, ¿Qué haría?

- Yo iría por ese recuerdo, pero no es un juego y más en tu caso — ¿En mi caso? — ya que tú tienes recuerdos muy fuertes guardados en la memoria, si tú la recuperas puede afectarte como tal vez no, pero para que lo hayas olvidado tiene que ser muy fuerte Señor Pitchaya.