Todos los vikingos estaban reunidos en el gran salón festejando no solo las fiestas sino también el regreso de Hiccan, quien veía con nostalgia como todos se divertían, charlaban y hacían pequeños desafíos, le causo mucha gracia ver a Patán y a Brutacio desafiándose a ver quien se embriagaba primero, recorría con la mirada todo el salón viendo rostros conocidos y dándose cuenta de cuanto habían cambiado en los 5 años que ella estuvo fuera, al recorrer el lugar una sonrisa se dibujo en su rostro, pero entonces vio la mesa mas apartada en un rincón oscuro, estaba bacía, recordó que ella solía sentarse ahí cuando vivía en Berk, en eso los recuerdos de esa noche le vinieron a la mente como una estampida de yaks, ella rápidamente salio del salón para tratar de borrar esas imágenes de su mente pero le fue imposible, todos los sentimientos la golpearon como una avalancha y cuando por fin logro salir de ese lugar comenzó a llorar, por suerte nadie la había visto, o eso creía
Hiccan (llorando): no pertenezco aquí
La joven castaña trato de salir corriendo de ahí pero fue detenida cuando Aster le agarro el brazo para impedir que se fuera
Aster: ya no sigas huyendo
Hiccan (llorando): no debí haber vuelto, todo lo malo que viví aquí no me deja en paz, Berk nunca fue mi hogar, nunca debí dejar la Orilla
Aster al ver a su novia en ese estado se le rompe el corazón y la abraza acariciando su cabello mientras ella se desahogaba
Aster: se que todos te lastimamos, pero no puedes irte, este es tu hogar
Hiccan: no Aster, Berk no es mi hogar, el tuyo si, tu siempre fuiste el mejor y se muy bien que todos preferirían que tu fueras el heredero y no yo
Aster: no digas eso, el trono de Berk es tuyo por derecho (le acaricia la mejilla) y yo también
Hiccan solo baja la mirada sin decir nada, Aster al verla suavemente la toma del mentón haciendo que ella lo mire y le da un dulce beso
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Aster: si te iras de Berk yo me iré contigo, no quiero perderte otra vez
Hiccan: pero.....tu
Aster: mi amor, Berk no es mi hogar, mi hogar esta contigo, te amo
Hiccan: y yo a ti
Aster acaricia la mejilla de Hiccan y ambos se quedan mirando por un buen rato, ambos se toman de la mano y caminan por la aldea en dirección a la casa de Aster, al llegar entraron y comenzaron a besarse de una forma muy apasionada, Aster cargo a Hiccan en sus brazos y la llevo hasta su habitación, al entrar cerro la puesta mientras ella se quitaba su chaqueta de cuero mientras el se quitaba su camiseta
Poco a poco se fueron desvistiendo hasta que ambos estaban desnudos, Aster besaba a Hiccan con pasión y deseo hasta recostarla sobre la cama
En medio de esos dulces y apasionados besos Hiccan sintió el duro miembro de Aster, ambos estaban más que felices de tener su primera vez con la persona que más amaban
Hiccan: hazlo
Aster: seré gentil cariño
Aster se metió en ella y Hiccan soltó un grito que era una mezcla entre dolor y placer, nunca antes había sentido algo así y se aferró a su novio con cada movimiento, el éxtasis se apoderaba de ella, abrazo el cuello de su hombre mientras él le agarraba las caderas, sus embestidas se aceleraron cuando ella comenzó a gemir más fuerte y cerró los ojos para bloquear todo lo demás que no era este sentimiento celestial
Cada parte de ella se apretaba con anticipación mientras Aster continuaba moviéndose más profundamente dentro de ella, suaves gemidos escaparon de sus labios y el la beso
Sus caderas chocaron y él dejó escapar un gemido mientras su cuerpo se tensaba, la pasión se apoderó de ella también y sintió su clímax como un trueno, pronto su cuerpo se relajó y ella se derritió en su piel como una cálida miel, Aster tomó la manta y la envolvió alrededor ellos sintiendo sus sus cuerpos llenos de placer
Hiccan podía escuchar los latidos del corazón de su amado mientras apoyaba su cabeza contra su pecho mientras el le acariciaba el cabello, era como si nunca hubiera conocido la palabra paz antes de ese momento, Aster la envolvió en sus brazos y compartieron un beso, demostrando que ambos habían disfrutado haciendo el amor
Aster: estas bien?
Hiccan: si, estoy bien, gracias Aster, por estar ahí para mi
Aster: siempre lo estaré mi amor
Hiccan (acurrucándose contra el pecho de Aster): crees que se habrán dado cuenta que nos fuimos?
