No Me Digas Que....

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Al amanecer la pareja de recién casados estaban profundamente dormidos hasta que los rayos del sol acariciaron el rostro del los vikingos, la valkiria fue la primera en abrir los ojos, miro a su esposo que todavía estaba dormido

Hiccan (pensando): se ve tan lindo

La valkiria miraba las facciones de su esposo detallando cada centímetro de su rostro, acaricio su pecho y le dio un beso en los labios para despertarlo

Aster: buenos días mi vida

Hiccan: buenos días cariño

Aster: como amaneciste?

Hiccan: adolorida, pero increíble, y tu?

Aster: también, pero valió la pena

Hiccan: creo que con suerte nos podremos mover

Aster: oye, quien era la que pedía mas?

Hiccan: mira quien lo dice, tu eres el que estaba excitado

Aster (abrazando a Hiccan): hoy es el primer día del resto de nuestra vida mi amor

Hiccan: estaremos juntos para siempre 

Aster le dio un apretón a Hiccan en su trasero, a lo que ella se mordió el labio y soltó un gemido cuando sintió el miembro de su esposo

Hiccan (sintiendo el miembro de Aster): creo que tu dragón quiere algo de cariño

Aster: tu eres la que dice que hay que cuidar a los dragones

Hiccan sube sobre su esposo y lo inmoviliza atándole las manos a la cama

Aster: que haces?

Hiccan (susurrando en su oído): solo dejate complacer

Hiccan le mordió el lóbulo a su marido y comenzó a besar su cuello mordiendolo con suavidad dejándole una marca pero no satisfecha con le dio una sensual lamida, Aster gruñó de placer al sentir las caricias de su amada, pero estar atado y no poder tocarla era una completa tortura, Hiccan acercó sus pechos a la cara de su esposo y Aster comenzó a lamerlos, chuparlos y morderlos suavemente

Hiccan: ah, Aster, si que sabes lo que haces

Hiccan comenzó a mover sus caderas contra el miembro de Aster

Aster: oh... mi amor

Hiccan: te gusta verdad?

Aster: si

Hiccan agarro el miembro de Aster, lo metió en su entrada y comenzó a moverse disfrutando de esa maravillosa sensación

Aster: cariño, por favor no pares

Hiccan comenzó a moverse salvajemente mientras gemía cada vez más, estaba poseída por el placer que su esposo le proporcionaba y que el también lo disfrutará la excitaba más, Aster rogaba a los dioses para que esa dulce tortura nunca acabara

La castaña estaba en su éxtasis y sin más derramó sus jugos en el miembro de Aster, apretándolo duramente, el chico pensó que todo había acabado pero el placer lo invadió de nuevo, Hiccan seguía moviendo sensualmente sus caderas provocandole un placer increíble a su esposo, ella sin dejar de mover sus caderas se inclino y  le dio un sensual beso a su hombre quien sintiendo su cuerpo pero siendo incapaz de tocarla, no lo resistió y comenzó a mover sus caderas embistiéndola mientras se besaban

Aster: mi amor, por favor desatarme, quiero tocarte

Hiccan (en tono seductor): quieres que te desate?

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