Ya es hora son casi las 10:30 de la noche me arreglo para ir al club mi madrastra siempre antes de irme viene a mi cuarto a revisar mis atuendos que estén como el famoso proxeneta y amante y socio carlo diga que debo presentarme.
Si amante mi famosa madrastra mezcla los negocios con el placer no tiene escrúpulos a la hora de ganar dinero y lo peor a costa de una niña de 17 años que vivía con miedo.
Si vivía, porque ya no tengo miedo desde mis 14 años hasta mis 16 aprendí a lidiar con ese sentimiento que nos hace bloquear la mente y no nos deja tomar decisiones definitivas para poder salvar nuestra propia vida.
Pero cuando cumpli mis 17 años y conoci a un chico llamado Brian con el que fue mi primer novio y di mi primer beso que por cierto ese día de ese beso tan suave y delicado, estaba siendo algo mágico hasta que Margaret llego y lo amenazó si volvía a verlo conmigo. Luego de un par de meses no lo volvía a ver nunca mas se fue para nunca más volver. Así como el se fue mis miedos hacia ella se diciparon.
¡Claudia! date prisa ya son las once bebes irte si Margaret ya voy,pero todo muy pronto acabará mi boleto de salida aquel hombre enigmático que esta noche estará ahí e intentaré acercarme a el y haré que desee volverme a ver para así poner mi plan en marcha y salir de toda esta mierda que llevo viviendo por cinco largos años.Tomó un largo suspiro y me dispongo a salir pero mi madrastra abre la puerta y me observar de arriba a bajo ¿que sucede? Veo como sus ojos escudriñando todo mi cuerpo. Las palabras que salen de su boca son ¡querida! estás como para que esta noche te coman con la mirada me harás ganar buenas ganancias está noche.
Si claro como siempre aunque esta noche el atuendo es algo más lanzado así quien podría resistirse pero digo para mi misma es ahora o nunca.
¡gracias querida Margaret tu siempre tan amable! Doy mi mejor sonrisa y salgo con mi frente en alto rosando su hombro derecho y sin mirar atrás así quedó mi miedo muy atrás. Ahí voy está es mi noche.
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Mi Héroe
RomanceUn hombre se enamorará y salvará a su princesa. Pero no es un cuento de hadas.