Amor Animal (Gundam TanakaXlectora)

13. Vida o Muerte...

Desperté con un sobresalto, no pude ahogar un grito de terror llore, sentí como  Gundam se sobresalto y dió un brinco en la cama se volteo a verme y sujeto mis mejillas con ambas manos estaba tan sobresaltada que respiraba agitada

Gundham: —mírame, mírame doncella oscura—

Su voz me saco de la histeria y al verlo solo pude abrazarlo dejando salir más lágrimas

🐱: —G-Gundham, e-estas aquí...—

Gundham: —¿Que alucinación demoníaca viste al estar en el van halla?—

🐱: —¿T-tu no... Mataste a Nidai cierto? ¿¡Cierto?!— estaba entrando en pánico, ya no podía con esta situación una perdida así sería fatal para mi. El solo me abrazo con más fuerza y me dió un beso en la frente.

Gundham: —te juro por mi alma demoníaca que yo no lo asesine, doncella oscura— tomo un poco de aire y comenzó a acariciar mi cabello intentando calmarme

🐱: —no podría soportar... Verte en una ejecución Gundham... Me quebraría por dentro, perdería la poca cordura que tú y ellos me dan ahora— se refería a los cuyos y las devas.

No dijo ni una sola palabra solo me levanto el rostro y me dió un beso en los labios muy tierno y dulce, profundizó y comenzó a jugar con mi lengua, abrí los ojos de sorpresa, Gundham se separó y procedió a tocar mi cuello con besos,  sentí como me temblaban las piernas acaricie su mejilla algo temblorosa, subió mi temperatura y me dió la impresión de que la de el también. Volteo a verme con cierta sonrisa traviesa, me hizo quedar boca arriba con el encima.

🐱: —Gundham ¿Que?— fui acallada por otro beso suyo y hizo presión con su entrepierna en la mía, me hizo temblar mucho más. Al separarse del beso, jade tenía la cara completamente roja.

Gundham: —te ves tan vulnerable asi She-Cat— el también estaba rojo, temblaba pero parecía no tener control con sus acciones. Volvió a lanzarse hacia mi mordiendo mi cuello empujando con más fuerza tuve que morder mi labio inferior para callarme y no soltar ruido alguno.

De pronto me soltó y se recostó conmigo encima.

🐱: —a-ah...—

Gundham: —¿que sucede doncella oscura?—

🐱: —n-no solo que tenemos que volver...—
Gundham soltó un suspiro frustrado y se sentó junto a mi en la cama.

Tomamos camino a la casa de la uva con un poco de prisa, aún estaban investigando por lo que pedimos que nos dieran los detalles, pero primero al llegar nos recibieron con preguntas.

Souda: —ey, ______-chan ¿Cómo estás? ¿El señor oscuro ya te saco del trance?— dijo mostrando esos dientes en pico en una sonrisa traviesa, solo pudimos ponernos rojos ante el comentario de Souda sobre todo en una situación así...

Volviendo a la investigación comencé a ver con detalle el lugar, hasta que fui atraída por esa peculiar  puerta con la cara de un payaso bastante maníaco ya que ese martillo no pudo salir más que de ahí. Abrí la puerta y eche un vistazo por dentro, era un cuarto lúgubre, gris, polvoso y descuidado con muchos números en las paredes, fui sacada de mi distracción por el ruido de la puerta cerrarse detrás de mi, intente abrir pero no pude.

Ahora tenía que pasar por ese juego, después de un par de códigos descubiertos, llaves y más finalmente me dieron un arma, una pistola cargada, parecía que tendría que jugar el juego de la ruleta rusa, dude, pero decidí probar suerte. Apunte hacia mi cabeza, vacilé por un minuto pero finalmente lo hice.... Nada, salí ilesa de ahí, una compuerta se abrió y pase por ahí hasta un cuarto lleno de armas y más elementos, decidí tomar un cuchillo y guardarlo entre mis cosas, salí por una trampilla que me llevo a la casa de la fresa.

🐱: —¿¡Que?! ¿Cómo?— salieron esas palabras de mi boca al verme en la casa de la fresa...

???: —veo que alguien más descubrió el secreto del asesino además de mi—

Me voltee a dónde provenía esa voz viendo a Nagito con una sonrisa casi satisfactoria, el peliblanco se cruzó de brazos

🐱: —¿Komaeda? ¿No estabas en la casa de la uva?—

Nagito: —si, pero, llegué por el mismo lugar que tu—

🐱: — ¿Tú te metiste al juego mortal?— dije algo perpleja, no podía creer lo que estaba pasando en ese momento.

Nagito:  —Si así es, he logrado pasarla, tengo que agradecer a mi buena suerte — reía después de decir eso.

Pero antes de siquiera poder decir algo mas las pantallas se iluminaron mostrando a Monokuma anunciando el inicio del juicio escolar, por lo que decidimos pasar por la trampilla a la casa de la Uva donde Monokuma como por arte de magia atrajo la montaña Monokuma, quebró el suelo de la casa de la uva para hacernos entrar en la boca de la roca con forma de oso, así comenzó el cuarto juicio, yo solo rogaba por que Gundham no fuera el asesino, no paso mucho tiempo para que empezáramos a debatir los hechos, pero no pude aportar mucho por mi desmayo imprevisto excepto en cierto punto... El juego mortal.

Nagito:  — yo y alguien mas entramos a ese cuarto ¿no es así _____? — menciono mi nombre... Gundham me miro con cara interrogante y no me quedo mas que admitirlo.

🐱: — Es verdad, entre, pero por accidente, cuando me di cuenta la puerta se había cerrado y no tenia manera de salir; así que no me quedo de otra mas que participar en eso  —

Conforme avanzaba el juicio la culpa recayó en Gundham pero, el demostró con satisfacción que no era así,  cosa que me hizo sentir tranquila. Cuando encontramos mas pistas supimos el culpable.

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Sonia Nevermind perdió los estribos al saber quien fue el culpable de la muerte de Nekomaru Nidai, aquel chico alegre de pelo rosado que siempre insistía con ella y que finalmente le había echo caso asesino al entrenador dejándolo caer desde una altura considerable colgado boca abajo, manipulo los relojes y el elevador... después de confirmado por Monokuma paso lo siguiente...

Sonia:  —¿por que lo hiciste Souda? — el mecánico quedo mudo, parecia avergonzado y triste, lo vi secarse los ojos antes de mirar a la princesa, ignorando los gritos de la gimnasta.

Souda:  —Por todos ustedes, los veía sufrir de hambre sin posibilidad de tan siquiera conseguir bocado y... — tomo por las mejillas a Sonia dándole un beso en la frente  —No podía dejar que murieras de hambre Señorita Sonia — levanto la vista a Gundham para pronunciar lo que nos hizo mirarnos  a Sonia y a mi con confusión y lagrimas en los ojos   — cumplí con mi parte del trato Tanaka, no les permitas morir, ni a tu chica ni a la mía—.