- Hola Lyan, soy Teresa tu psicóloga. El colegio me contrató especialmente para ti, ya que te consideran importante, así que intentemos que esto funcione. Si quieres decirme algo, sólo dilo.
- Si uno de sus pacientes se ríe en su cara, ¿Es falta de respeto?.
- Si quieres hacerlo, hazlo.
Lyan comenzó a reír a carcajadas, no con el afán de llamar la atención, si no porque verdaderamente le causó gracia la frase de la doctorsita: "Te consideran importante". Ella sabía que ni su madre tenía ese tipo de afecto, por lo que sólo se divirtió con eso.
- Bien Lyan, te haremos unas pruebas para saber más de ti, así que...
- Ah claro, tengo que dibujar un árbol o un camino?. ¿Cuál de los dos usan mas ustedes?
- No Lyan, son pruebas más importantes que esas estupideces- dijo firmemente la psicóloga, mientras Lyan cautelosamente borraba la sonrisa de su cara.
-¿ Usted es la madre de Lyan?
- Sí.
- Bien, acompañeme- dijo un guardia en la recepción de una prestigiosa clínica de la ciudad. Todo se debía al llamado de la psicóloga Teresa a la madre de Lyan.
- Iré directo al grano. Al comienzo pensé que su hija sólo tenía desórdenes comunes de una adolescente, pero no es así. Lyan tiene 3 patologías psicológicas graves, que no sabemos cómo ha logrado aguntarlas ella misma. Primero, representa un claro caso de dualidad personal o comúnmente llamado transtorno bipolar, luego, encontramos rasgos fuertes de una persona altamente obseciva-suicida, hasta con complejos homicidas, para finalmente llegar a el pequeño brote epiléptico de su cerebro cuando era niña. Éste es el que más nos cautiva, ya que con los exámenes podemos ver que este grano creció, pero centrándose en un punto, interfiriendo una parte del cerebro de Lyan, aunque, no se demuestre en su conducta, es como si Lyan voluntariamente no quisiera que la enfermedad la atacara.
- Yo sabía que era fuerte.
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Wonderwall.
SpiritualDe una chica amable, sociable e hipócrita a alguien totalmente despreciable, pero sincera.