11. Betrayals

159 11 1
                                    


11. Betrayals

- [[¿en dónde se habrá metido Yugi?]]- se preguntaba un muy preocupado Malik, mirando la entrada del salón de clases- [[está por comenzar la tercera clase y no se ha aparecido... ¿habrá ido a casa?... no...]]- miró hacia donde estaba el pupitre del tricolor- [[no se llevó sus cosas... ¿le habrá ocurrido algo?]]- sintió una punzada en el pecho, como si presintiera algo. Recogió sus cosas y las de Yugi y salió a toda prisa en busca de su amigo; sentía que algo estaba terriblemente mal...

Mientras corría por toda la escuela buscó entre sus cosas su celular, tirando el cetro del milenio en el proceso. Se detuvo en seco, ¿no se suponía que su artículo no estaba? Miró el dorado objeto unos momentos antes de levantarlo.

- así que regresaste- le habló al artículo, o por lo menos eso le pareció a algunos alumnos que pasaban por ahí y que pronto corrieron a sus aulas, dejando al moreno solo, o mejor dicho, en compañía de su yami- ¿en dónde estabas?

- ¿para qué quieres saberlo?- dijo Marik a través de su vínculo mental antes de que el cetro del milenio, literalmente, se le escurriera de las manos en forma de un hilo de arena que llegó al piso, acumulándose ahí; este montículo empezó a tomar forma humana hasta convertirse en Marik, el cual sonreía de manera triunfal- ¿estabas preocupado por mí?

- ¡no digas estupideces! ¡Todo era mejor cuando no estabas ni tú ni los demás fenómenos!- gritó, dando la clara impresión de que no se refería a su ausencia de esa mañana, sino al momento en que los invocaron. Esto enfureció a Marik, borrándole casi mágicamente la sonrisa del rostro- ¡ahora dime, ¿en dónde está Yugi?!

- y yo qué voy a saber

- ¡no finjas! ¡Algo me dice que tuviste algo que ver con su desaparición! ¡¿En dónde está?!

- será mejor que te vayas olvidando de él

- lo sabía...- murmuró el egipcio observándole con desdén- ¡¿qué le hiciste?!

- de nada te sirve saberlo. Es demasiado tarde...

****************************

Mientras tanto, en las afueras de la residencia Mutou, el rompecabezas seguía sobre el césped del patio después de varias horas; a Atem ya no le quedaba ni un gramo de paciencia, sabía que no le quedaba mucho tiempo, pues podía sentir el terror y la desesperación de su hikari, cosa que no ayudaba a tranquilizarlo, si no hacía algo pronto, Yugi seguramente...

Fue en ese momento que un cuervo descendió en el césped. Comenzó a brincotear por el lugar, buscando algún objeto para agregar a su nido; vio un objeto brillante en el suelo y se acercó a él, curioso*. Lo picoteó un par de veces antes de tomar la cadena del artículo y hacer el intento de llevárselo, pero el objeto era demasiado pesado como para levantarlo, así que, usando todas sus fuerzas, lo fue halando poco a poco, alejándolo del jardín.

Lo arrastró por la acera, deteniéndose de vez en cuando para descansar. Estuvo así un largo rato hasta que por fin llegó al árbol donde se encontraba su nido; volvió a hacer un intento por levantarlo pero le fue inútil, por lo que volvió a picotear el resplandeciente objeto, como queriéndolo fragmentar para hacer más fácil su transporte.

Por suerte para Atem, aquella ave lo había llevado bajo la sombra del frondoso árbol, dándole la oportunidad de salir. El cuervo se alejó y por instinto subió a su nido, chillando mientras veía aquella extraña criatura emerger del suelo.

- juro que voy a matarte, Marik- replicaba furioso el tricolor con un semblante cansado y débil. No podía creer que le debía su existencia a un animal ponzoñoso

Black Clover [YGO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora