CAPITULO 4 "MaTERNIDAD"

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30 días habían pasado desde que Lauren intercambio su guitarra por algo de comida, 30 días en los cuales la ojiverde no había podido conseguir un empleo o algo de dinero extra, pedir limosna no era suficiente, apenas le alcanzaba para juntar lo suficiente y tener leche para Gracie, hace 1 día se les termino el gas y ni ella ni la pequeña se habían podido asear adecuadamente, el dinero ya se había agotado, Normani le había permitido calentar los alimentos, pero por desgracia la morena había salido con sus padres a NY para visitar a unos familiares, las opciones para Lauren se agotaban, ahora estaba ahí con un pequeño volante en su mano frente a la cajera de una pequeña tienda de comestibles en su barrio, mientras la pequeña Gracie aguardaba tranquilamente en un rincón de la tienda abrazando al señor bigotes

—Lo siento, pero no puedo contratarte— La voz de la mujer canosa la hizo volver a su realidad, sus ojos dejaron de ver a Gracie para observar a la mujer morena que la veía con desagrado

—Por favor señora, de verdad lo necesito y yo puedo hacer lo que usted me pida, aquí dice que necesita a alguien para acomodar la mercancía, pero yo puedo también limpiar por el mismo sueldo—

—Lo siento, pero no niña, eres menor de edad y no me puedo arriesgar a una multa—

—Estoy a 5 meses de cumplir los 18 y además esa chica de ahí tiene menos edad que yo— Dijo la ojiverde señalando a una de las cajeras de la pequeña tienda que no pasaba de los 15 años

—No puedo y punto niña, por favor vete de aquí y no me quites el tiempo—

—¿Pero por qué?, le prometo que trabajare duro, yo puedo llegar mas temprano para barrer la calle y limpiar los pisos antes de abrir, de verdad necesito el trabajo, por favor deme una oportunidad—

—La gente como tu no merece nada, la escoria es escoria y no se puede cambiar— Lauren abrió ampliamente sus ojos al escuchar aquello, no entendía porque la mujer le hablaba de ese modo, ella ni siquiera la concia

—Yo no sé a qué se refiere, yo jamás había hablado con usted antes de hoy—

—No te hagas la santa, eres parte de la banda de delincuentes esos que venden drogas y asaltan los negocios decentes como este, crees que soy tan imbécil para meterte aquí y que puedas robar a tu gusto, nadie te va a contratar, al menos no en el Bronx, así que mejor sigue vendiendo drogas o prostituyéndote con el tal Marco, eso es a lo único que puedes aspirara niña, a ser una puta, por lo menos eres una puta bonita así que aprovéchalo mientras dure— Lauren apretó el pequeño volante en su mano y una lagrima se deslizo por su mejilla, ella sabia muy bien que todo el barrio los conocía y era muy difícil que confiaran en ella, nadie en su sano juicio lo haría, ni ella misma se tenia confianza ¿porque alguien más lo haría?

—Siento la molestia, perdón— dijo la ojiverde secando las lagrimas que rodaban por sus mejillas y se dirigió a donde se encontraba Gracie, la tomo en brazos y salió con ella del local para seguir buscando algo que le ayudara a conseguir dinero, tenia hambre y Gracie también, los recursos poco a poco se le habían agotado

—¿Pol que llolas lolo? —

—No es nada mi pequeño Nugget, lo que pasa es que me entro una basurita en el ojo y me hizo llorar—

—¿Y si te doy besito te lele menos? —

—Si mi amor eso podría ayudar—

—Ten tu calga al señol bigotes— La niña le cedió el peluche y después tomo las mejillas de Lauren entre sus pequeñas manitas para dejar suaves besos en sus ojos, Gracie adoraba a su hermana más que a nada en el mundo

—Gracias pequeño Nugget, me siento mejor— La pequeña sonrió enormemente dejando mas besos en la cara de la ojiverde

—Lolo, tengo hamble, me lele la pancita—

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