CAPITULO 7 "AmIGAS"

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POV LAUREN

Es extraño como la vida puede cambiar constantemente, hace unas horas pensé que perdería a mi hermanita para siempre, Gracie es mi vida entera y el solo hecho de verla en peligro me rompió por completo, pero aquí estoy en un hospital de lujo y con un café caliente en mi mano, definitivamente la vida te da sorpresas y aunque en mi caso siempre han sido desagradables hoy por fin me dio una buena, que Camila se haya detenido a ayudarnos es lo mejor que paso en mi noche y talvez me atrevería a decir que en varios años de mi vida, si no hubiera sido por ella hoy estaría llorando, porque Gracie talvez no lo hubiera logrado o porque seguramente estaría en la cama de Marco para pagarle el favor, pero gracias a ese generoso ser humano que me tope en el camino, estoy aquí viendo dormir plácidamente a mi hermanita y con la tranquilidad de saber que estará bien, mis problemas no acaban es mas creo que empiezan, pero tener a Gracie con vida me da la suficiente energía para seguir adelante y darle la vida que ella merece, jamás volveré a darle mierda para comer, ella no volverá a estar en peligro por mi estupidez e incapacidad para cuidar de ella, es definitivo más que nunca que entrare al negocio con Marco, pero por ahora puedo respirar tranquila y sentirme un poquito normal, giro mi cabeza y veo el reloj en la pared, son las 7 de la mañana y hace poco una enfermera entro para revisar a Gracie, todo marcha bien y mi hermana estará sana en poco tiempo, una sonrisa llena mi rostro al verla dormir tranquilamente y fuera de peligro, mi corazón se llena de felicidad al tenerla junto a mí, estoy perdida en mis pensamientos cuando un toque en la puerta me hace levantar de aquel cómodo sillón junto a la camilla de Gracie para ir a abrir la puerta, es extraño, las enfermeras no esperan a que abra la puerta generalmente solo ingresan, así que giro el pomo para ver de quien se trata

—Hola Tú!!! ¿Cómo dormiste? — Una sonrisa se dibuja en mis rostro al ver a Camila con un porta café en su mano derecha y una bolsita de pan en la izquierda

—Bien gracias, pero ¿qué haces aquí? es muy temprano— Le digo haciéndome a un lado para dejarla pasar

—No tanto, yo comienzo a trabajar a las 8, hoy solo me adelante una hora—

—Oh, espero que tu trabajo no este muy lejos, no quiero que te llamen la atención por nuestra culpa—

—No te preocupes por eso Lauren, trabajo en una veterinaria aquí en NY y soy algo así como socia, así que puedo llegar un poquito tarde o no llegar y no hay problema— Siento alivio al escuchar eso, me sentiría mal si la pusiera en aprietos en su trabajo

—¿Cómo sigue la pequeña? —

—Mucho mejor, estuvo tranquila toda la noche y la fiebre ya no volvió, me dijo el doctor que seguramente a este paso mañana estar fuera del hospital— Mi sonrisa es enorme al pensar en Gracie nuevamente sana y dando lata por todos lados

—Perfecto, sabia que esa pequeña era muy fuerte, ¿debe parecerse a ti en algo no? — Mis mejillas se calientan al escuchar a Camila, no estoy acostumbrada a que me digan cosas así

—Yo no soy fuerte Camila, por mi culpa Gracie esta así—

—Bueno pues para mi el que desde los 13 años te hayas hecho responsable de una bebé, te convierte automáticamente en una de las mujeres más fuertes que conozco—

—No fue fuerza, fue sobrevivencia—

—Solo los fuertes sobreviven a las adversidades, así que lo eres, espero que lo creas un día— Mi mirada se fija en la pequeña figura de Gracie, no creo ser tan fuerte si le he dado una vida de miseria

—Bueno, ya tendremos tiempo de filosofar sobre la vida y esas cosas, ahora lo importante... vamos a desayunar Lauren, aunque ya tienes café—

—Si, baje por uno hace unos minutos mientras revisaban a Gracie, pero gracias de todos modos, no te debiste molestar estoy bien—

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