Lauren Jauregui hace mucho que no confiaba en nadie, la vida le enseño que las personas son por lo regular egoístas y aprovechadas, en sus 17 años la única ayuda desinteresada que recibió fue la de su padre, los señores Martí y Normani, Lauren sabia que si alguien le tendía una mano indudablemente querría algo a cambio, pero la vida a veces te pone en situaciones en las que la única alternativa es confiar, y aquí está en una camioneta de lujo con tres tipos que parecen sacados de una película de espías y una mujer que no conoce, sus ojos verdes observan como la chica morena rápidamente dejo a su hermana prácticamente en calzoncillos, su mente le ordeno que no aceptara subir a ese auto de desconocidos y fuera donde Marco, pero su desesperación le envió la orden a sus pies para que se subieran de inmediato a la camioneta cuando la chica de ojos marrones se lo pidió, Lauren suspiro sosteniendo la cabeza de Gracie que estaba acostada sobre la colcha entre ella y la mujer que le ofreció su ayuda, sus ojos escaneando el cuerpo completamente empapado de sudor de la pequeña y los temblores que no paraban
—¿Tienes alguna idea de que es lo que le sucedió?, ¿cogió un resfriado o tal vez comió algo en mal estado? — La voz de la mujer la saco de su trance y levanto la mirada para encontrarse con los ojos preocupados de la chica, Lauren pensó que parecía una buena persona y su preocupación parecía genuina, de cualquier modo, ella estaba esperando el golpe
—Tal, tal vez comió algo malo, ayer cenamos algo que no parecía muy agradable señorita— Lauren agacho la mirada mientras trataba de contener las lágrimas, en el fondo sabia que ella era la culpable del estado de Gracie
—Bien, estamos muy cerca del hospital, por eso necesito que recuerdes todo lo que pudo provocar esto, es importante para los médicos— Dijo Camila señalando a la pequeña y colocando su mano en su pequeña frente, Lauren asintió sin quitar la mirada de su hermana
—¿Usted cree que estará bien? — Pregunto la ojiverde con la voz quebrada
—Si, ya veras que lo estará, ten confianza, todo saldrá bien, no soy médico de personas pero se un poco y creo que es una infección solamente— Lauren levanto su rostro ante esas nuevas palabras en su vida, desde que murió su padre nadie le había dado esperanza y confort, sus ojos chocaron con los marrones de la chica y la sonrisa de la morena le dio una tranquilidad que hacía años no sentía, la mano de la chica mayor en su hombro la reconforto más allá de incomodarla, la pequeña sonrisa en la boca de Lauren hizo que Camila también sonriera y le diera un leve apretón en el hombro
—Gracias por ayudarnos, yo no sabia que hacer, el hospital del barrio está cerrado—
—No tienes que agradecerme nada, cualquiera hubiera echo lo mismos por ustedes— Lauren sonrió amargamente y negó mordiendo su labio inferior, los ojos de Camila no la abandonaban ni un segundo, aquella chica le ocasionaba por alguna razón una gran curiosidad
—No señorita, créame que nadie nos hubiera ayudado, por lo menos no sin algo a cambio— Camila no dijo nada y suspiro pensando en las dificultades que habrá pasado aquella chica con esa pequeña niña, después de todo El Bronx era un barrio con gente vulnerable por doquier
—Ok, eso ahora no importa, lo importante es que ella sea atendida de inmediato, por cierto ¿Cuál es su nombre y el tuyo? — Lauren levanto nuevamente la mirada conectando sus verdes ojos con los de Camila, había algo en esos ojos verdes que a Camila la inquietaba, tal vez la profunda tristeza que podía apreciar en su mirada, Lauren abrió la boca para hablar, pero uno de los escoltas de Camila la interrumpió
—Llegamos señorita, ¿quiere que busque a alguien en específico? —
—Si Bill, por favor busca al doctor Bernard Richard, quiero que el atienda a esta pequeña personalmente— El hombre asintió y bajo rápidamente del auto, Camila abrió su puerta y salió indicándole a Lauren que hiciera lo mismo, la ojiverde se revolvió un poco para tomar nuevamente a la niña en sus brazos enrollada en la colcha y salió del auto
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BrOKEN
Fiksi PenggemarLauren Jauregui ha estado rota toda su vida, desde muy pequeña ha sufrido carencias y el peso de sacar adelante a su pequeña hermana. Camila Cabello está profundamente enamorada de su trabajo y de su pareja, Camila jamás se ha sentido rota. Un encu...