Why are you so angry? [©]

II: Lovesick

¿Cómo se supone que se siente el amor?

No estaba seguro. Después de años viviendo casi completamente aislado de toda relación sana, su concepción de muchos sentimientos no estaban del todo claros. Cómo debía comportarse o sentirse ante diferentes situaciones. Los sentimientos de compañerismo, de amistad, de amor eran algo completamente nuevo para él.

En algún momento, cuando toda la clase A se enteró sobre la relación de Kaminari y Jirou, Todoroki llamó esa misma tarde a Fuyumi y, ya que al día siguiente era sábado, se reunió con ella. Tenía curiosidad, estaba confundido y no sabía qué pensar.

La pregunta era simple, ¿cómo se sentía el amor? Al primer momento, Fuyumi no supo como responderle, luego se rió de él, le acarició el cabello murmurando que era tan inocente. Ignoró sus reclamos, las tranquilas suplicas para que dejase su cabello en paz y le respondiera.

Sus palabras fueron simples al igual que su pregunta. El amor le haría sentir diferente. A veces se sentiría nervioso, o preocupado por el otro, tal vez querría atención o dar atención. Sentiría la necesidad de proteger, la compañía siempre seria agradable y siempre podría ser él mismo. Pero, más que nada, le haría sentir que ese era su lugar, y siempre que estuviese en ese lugar, todo estaría bien. Aquel que lo amara, siempre le entregaría confianza y la comodidad que necesitaba.

Cuando Midoriya se confesó, no estaba seguro de qué sentir. Era diferente, tal como Fuyumi le había dicho. La compañía del peliverde le agradaba, también su cercanía. Había confianza entre ellos y el otro lo aceptaba tal como es.

Si se sentía así, ¿significaba que estaba enamorado? No lo sabía, tan solo sabía que le causaba curiosidad tomar la mano ajena. Quería volver a sentir su suave calor y, ahora que pensaba más allá, se encontró admirando los ojos esmeralda del otro.

Era un bonito color. Le gustaba la forma suave en que lo miraba, era una mirada tan transparente.

Tomar su mano y besarlo mientras escuchaban la campana que anunciaba el final del receso se sintió bien. Caminar con los dedos entrelazados hasta regresar al salón de la 2-A, y recibir las felicitaciones de sus compañeros, también se sintió bien.

Entonces, si todo le hacía sentir agradable... ¿por qué se sentía tan mal que Bakugou le rehuyera la mirada?

No le gustaba ese sentimiento. No le gustaba sentir que estaba traicionando al rubio. Como si estuviese olvidando algo importante.  

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Era el karma. Era el puto karma. Estaba seguro.

El destino, Dios, lo que fuese lo estaba castigando por ser un hijo de puta con Deku durante su niñez. No tenía excusa para eso, a penas comenzaba a darse cuenta de sus actos cuando era un niño, pero si tuviese una excusa, o algo a que culpar, culparía sin duda a sus memorias pasadas. Bien, ¿qué crío no desarrollaría un gran ego si no solamente tenía un poderoso quirk, sino que también fue un maldito Rey en el pasado?

Las únicas entidades superiores a él (incluido All Might hasta el momento) tendrían que perdonarlo por creerse la mejor existencia que ha pisado la tierra desde que era un mocoso, pero eso tampoco lograría que su ego desapareciera de un día para el otro. Seguía trabajando en ello. Y para qué iba a mentir, amaba su quirk, y a pesar de toda la tragedia; le hacía sentir orgulloso de si mismo saber que fue un maldito Rey en su vida pasada. Un maldito Rey de los Dragones.

Pero, después de ver a Todoroki y a Deku entrar al salón tomados de la mano, rectificando que lo que escuchó en el patio de la escuela era real, dudó sobre eso. Por un segundo pensó que daría cualquier cosa por evitar que esos dos estuvieran juntos. Incluso sus recuerdos del pasado, o su poder.