V: Let time pass

4.9K 600 441
                                    

Se quedaron cerca de la cascada hasta que el frío en el ambiente desapareció y dio paso una vez más al calor, pero no era aquel sofocante del cual estaban escapando, sino el agradable; la calidez que regresa sin nostalgia ni añoranza de por medio; volvía nueva e inocente.

Todoroki extinguió su fuego pero no se distanciaron, continuaron cerca, hombro contra hombros sentados sobre la raíz sobresaliente de un árbol, ocultos por los arbustos alrededor del estanque a su espalda.

Mantuvieron el silencio. El bicolor con la mirada puesta en el firmamento y el rubio en el suelo. No existía incomodidad, ni la necesidad de llenar el vacío. En el fondo, oculto por el resto de pensamientos que los acomplejaban, se alegraban de saber que aquello no había cambiado. Entre el silencio agrio y constante, aún quedaba un pequeño rastro de la calma dulce y suave. 

Shouto quería quedarse en ese lugar para siempre, junto al sentimiento de paz, la sensación de que conocía ese sitio; pero que al mismo tiempo era completamente nuevo le fascinaba. Solo ahí, en silencio con el rubio a su lado mientras observaba las estrellas que no se vislumbraban en la ciudad. Sin darse cuenta, sus labios formaron una suave sonrisa.

—¿Por qué estas sonriendo? —La voz atrajo su atención, y su mirada bajo para posarse en la estrella viva a su lado—. Eres raro.

—Lo soy, siempre lo dices —murmuró Todoroki, los iris volvieron al firmamento—. También soy un "medio idiota", ¿no? 

—Es bueno que lo sepas.

—¿Cuál es la otra mitad? —cuestionó suavemente—. Si un lado es "idiota", ¿cuál es el otro? 

Bakugou no respondió. Hasta ese momento, realmente, no había pensado en ello. Si lo llamaba de esa forma era por mera costumbre, porque su "apodo/insulto" para el bicolor era similar en la vida pasada, así que simplemente lo tomó y utilizó sin pensar en la razón. 

Ah, ya había transcurrido un tiempo desde que no pensaba en el "antes". La sensación en su pecho era neutra, el dolor que sentía meses atrás, cada vez que rememoraba, ya no estaba.

—Eres raro, ¿no? Medio idiota, medio raro —respondió. 

—Oh.

"¿Oh?" —Las cejas rubias se fruncieron—. ¿Qué esperabas, eh?

—No lo sé, ¿algo más amable? 

—¿Cuándo he sido amable?

—Lo eres a tu manera —Los iris heterocromáticos abandonaron el firmamento y volvieron a los rubíes—. Te preocupas por el resto, pero tu forma de demostrarlo es incentivarlos a que se superen a si mismos, aunque con palabras toscas. Me gusta eso, cualquiera te da un abrazo, pero no todos te empujan para que des el paso que necesitas... 

El sonido de su voz desapareció lentamente. Bakugou no dijo nada, Todoroki tampoco. Solo se miraron mutuamente, una vez más, pero se sentía diferente. Parecía como si fuese la primera vez en la cual verdaderamente estaban observando a la persona frente a ellos, sin nada más detrás; ni un pasado, ni una historia. 

Una página completamente en blanco.

Se escuchó el sonido de una notificación, Todoroki desvió primero la mirada y se alejó, sin observar la tenue confusión en el rostro del rubio.

—Es tu teléfono, ¿no? Yo no traje el mío.

Bakugou reaccionó lentamente. Giró la cabeza y sacó del bolsillo delantero del pantalón su teléfono móvil. El mensaje de su novio apareció en la pantalla en cuanto fue encendido; con una sola pregunta ahí: ¿dónde estaba? Observó la hora, y se levantó del rústico asiento.

Why are you so angry? [©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora