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Mi mirada se nubla por unos segundos. Realmente creo que voy a perder la consciencia mientras mi cuerpo pierde toda su fuerza.

        — Ahora eres...

Dejo de oír o quizá ha dejado de hablar. Mi cuerpo se desploma en el suelo. No me está cogiendo nadie ya. Quiero moverme, quiero huir pero no consigo transmitir el movimiento a mi cuerpo. Unos segundos después, todo se vuelve negro.

                                 ×××

Al abrir los ojos encuentro un techo de color azul. No lo reconozco como mío. ¿Dónde estoy? Me cuesta recordar cómo he llegado aquí. Lo último que recuerdo es... Oh, mierda. ¿Me habrá llevado ese hombre? Con cautela intento mirar el resto de la habitación. Un balcón, perfecto, un escritorio, una silla, lo típico. Debe haberme llevado a su casa. Cuando miro a los pies de la cama mi sorpresa no puede ser mayor. Changkyun está dormido con el torso en la cama y el resto de su cuerpo en el suelo.

                  — No, ¡no! Yukiko... —susurra.

Debe estar soñando pero no puedo creer que sea conmigo. Seguramente se sienta culpable por haberme causado un problema tan grande como un intento de violación pero él no fue quien lo hizo. No debería sentirse culpable de nada.
Decido que lo mejor  es despertarlo.

                
                  — Changkyun, despierta.

Solo consigo una serie de resoplidos sin sentido. Vaya. Parece que tengo que intentarlo de nuevo.

                  — ¡Eh, despierta, inútil!

Gruñe un poco mientras sacude la cabeza pero por fin abre los ojos. Al principio parece confundido. Me mira como si no entendiera qué hace aquí. Más bien, qué hago yo aquí. Yo tampoco sé muy bien qué hago aquí así que no creo que esté en lugar de mirarme así.

              —Ah, Yukiko...

              — Sí, muy bien, esa soy yo.

Pasa otro momento de silencio sepulcral en el que me planteo que quizá ayer no fuera yo la drogada si no él porque está actuando de raro para arriba. De pronto, así porque sí, sonríe con una mueca que casi parece malvada mientras suelta una pequeña risita.

                 — Para ser tan estirada eres muy puta en la cama.

El aire abandona mis pulmones y siento como se me hunde el pecho de golpe. Necesito unos segundos para procesar lo que ha dicho en una simple oración. Primero que todo, se ha aprovechado de mí mientras estaba drogada y, segundo, se ha atrevido a llamarme puta. Hasta aquí llegamos. A mí nadie me llama puta y tampoco creo que deba ser utilizado como insulto para añadir más leña al asunto. Pero, todavía peor que lo anterior, ¡yo estaba drogada Dios santo! ¡Es una violación con todas las letras!

Estoy levantándome ya lista para marcharme y casi que sacar fotos para poner una denuncia cuando comienza a reírse a carcajadas. Cuando digo a carcajadas es a carcajadas limpia. ¿Esto le parece gracioso? ¿De verdad? Porque para mí tiene de todo menos gracia.  Respiro profundamente para tratar de calmarme. Creo que estoy reaccionando de un modo demasiado agresivo a la situación. Puede que no tuviera ninguna mala intención.

Un, dos, tres, yo me calmaré, cuatro, cinco, seis, yo calmada estaré. Poco a poco consigo relajar mis humos así como Changkyun por fin deja de reírse.

         — Nunca te tocaría sin tu consentimiento, tranquila, y mucho menos drogada. Ayer conseguí dejar al tipo indispuesto el suficiente tiempo para que pudiéramos huir. Luego intenté llevarte a casa pero pensé que sería un poco raro aparecer contigo inconsciente frente a tu padre.

ethereally, im. [im changkyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora